El famoso distractor
- Julián Chávez Trueba
- 6 julio, 2022
- Columnas
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Según datos de Forbes y de El Financiero (y del Banco Mundial), México ha solicitado en este sexenio un total de 3,855 millones de dólares de crédito, que resultan ser de mayor magnitud que los 2,462 millones de dólares pedidos en el sexenio de Peña Nieto. Esto significa que esa consigna que tenía López Obrador en su campaña, respecto de no endeudar al país, es una más de sus mentiras, aunque muy elocuentes en su demagogia.
Sin embargo, ese no es el dato que puede perturbarnos, sino el que viene.
AMLO ha llamado subsidio al recorte en la tasa de cobro del IEPS que es gravada a los combustibles sin embargo, esto no puede ser un subsidio porque no representa un beneficio al costo de producción, incluso según el Diccionario del Español de México, subsidio se puede definir como la suma de dinero que se otorga el Estado a una institución para pagar sus gastos, es decir, el eliminar un impuesto que previamente colocó ahí no impacta sus gastos, sino que se trata de no gravar un servicio.
Actualmente AMLO se vanagloria de que la tasa de inflación en EE. UU. es mayor que la de México (8.6% en el primero y 7.88% en México de manera anual) y que incluso los habitantes de los Estados fronterizos de la Unión Americana, pasan a México a comprar gasolina porque es más barata, situación que si bien es cierta, no tiene nada de bueno, puesto que la tasa de inflación es más alta en el vecino del norte debido a que no ha subsidiado nada, la manera en que se ha contenido la inflación ha sido aumentando la tasa de interés para alentar el ahorro y la inversión, en lugar del gasto y el crédito. Es decir, de alguna forma se ha dejado fluctuar al mercado con la finalidad de que se estabilice supervizadamente, pero de una forma autónoma. Acá, de este lado de la frontera, sale más barata la gasolina, pero no porque nuestro precio sea muy competitivo o que la producción sea más eficiente y por tanto más barata, sino que se esta dejando de percibir un dinero en el Gobierno que de igual forma se está dejando de gastar en otro rubro, ya sea en obra, en infraestructura o en vacunas, doctores u hospitales. Esa cantidad que se esta dejando de percibir y por tanto, se esta dejando de gastar para comprar cualquier insumo, es de 400 mil millones de dólares para el año 2022. En comparativa dos bocas costó 12 mil millones de dólares, el AIFA costó poco más de 5 mil millones de dólares. ¿Resulta perturbador no?
Ahora bien, el mayor problema no es que se deje de percibir un ingreso en el Gobierno, sino que los datos de inflación y del precio de la gasolina penden de un hilo, puesto que ese “subsidio” durará en tanto se tenga dinero para ello, el día que no se pueda dejar de percibir esa cantidad, la administración pública subirá los precios de la gasolina, de un día al otro, incrementando así toda la cadena de consumo, lo que significa que la inflación subirá también. De hecho, de darse ese escenario, los estudiosos estiman que por lo menos se situaría dos puntos porcentuales por encima de lo marcado en estos días, en unos vergonzosos 10 puntos porcentuales, que nos colocaría en le cuarto lugar de países de la región con más inflación, sólo por debajo de Brasil y Chile (Argentina y Venezuela son 1 y 2)
Ah, pero hace unos días dijo nuestro presidente que hay que mandar a quitar la Estatua de la Libertad porque no hay tal principio en ese país vecino, como si hubiera libertad en Venezuela o en Cuba, ambos países aplaudidos por López Obrador; o como si no existieran los derechos en USA; o como si no pregonara todo el tiempo el principio de “no intervención” entre países.
Al final esto es sólo un distractor de todos los males que aquejan a nuestro México y a su gobierno.