C’EST LA VIE
- Jimena Bañuelos
- 24 mayo, 2022
- Columnas
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El verano está cada vez más cerca aunque a juzgar por las temperaturas que estamos viviendo podríamos decir que ya está aquí. El tiempo ha cambiado repentinamente y aunque no es el habitual para la época del año en la que estamos, confieso que bienvenido sea el calor aunque confío en que nos dé algún respiro. Es cierto que muchos se escudarán en el termómetro para quejarse y no importa el motivo que sea.
Con este calor he visto como han ido montando la Feria del Libro de Madrid como se ha hecho siempre. El Paseo de Coches del Retiro ya cuenta con todas las casetas. La normalidad también ha llegado a este evento en el que tras la inauguración del próximo viernes espera recibir a todos los amantes de la lectura que se sumergen en esta feria para salir de ella provistos de lecturas para un tiempo. Además, el encuentro entre lectores y escritores siempre es enriquecedor. Me gustará retomar las viejas costumbres, éstas que son la mejor señal de que la pandemia ha quedado atrás.
Y atrás también se han quedado las ilusiones de los madridistas. Si no hablo de Mbappé reviento. Las cosas no son siempre lo que parecen y por mucho que han hablado de la llegada del francés, el tiempo les ha dado un golpe de realidad. Una realidad que no se esperaban y tras el “no” del jugador del PSG al Real Madrid según los merengues, el mejor equipo del mundo, las reacciones a modo de rabieta no han tardado en aparecer. Éstas se han extendido por las redes sociales a una velocidad increíble al igual que lo han hecho los chistes sobre este fichaje frustrado. No hay que olvidar que no es la primera vez que les sucede esto en la “casa blanca”. Llevaban meses hablando del mejor jugador y llenándose la boca con él, hasta los hinchas vitorearon su nombre en el Bernabéu para que éste os dé con la puerta en la narices. Ahora, del mejor ha pasado a ser el peor. El es mayor traidor como si eso al francés le importara. Él ha tomado una decisión movida por lo que todos sabemos, lo que ocurre es que el daño al orgullo blanco escuece más que cualquier otra cosa. Quizás el sueño se ha convertido en pesadilla por hablar desde la superficialidad. La realidad se ha impuesto a la fantasía, pero sin duda, ha ganado la genialidad de quienes han creado maravillas sacando muchas sonrisas a quienes la negativa de Mbappé nos provocó una sonrisa muy pícara. Sin duda, ha sido el colofón a la temporada. Nadie esperaba este desenlace, pero su autor ha sido el que ha escrito el final. Obviamente, no es blanco, pero en blanco dejó a muchos. Menos mal que su preocupación era que le hicieran el pasillo dando por hecho algo que no tenían. Bendita confianza ciega…
En fin, como dicen en el video de la renovación de Mbappé, “nuestra historia se escribe aquí”. La del mejor que ahora es el peor seguirá en París o como él dice: “Ici, c’est Paris”. Algunos la seguimos escribiendo “partido a partido” con la cabeza muy alta y en rojiblanco. Por supuesto, viendo el drama de la casa blanca desde la barrera y diciendo en francés: C’est la vie…