Los jóvenes tienen 3 veces más probabilidades que los adultos de estar desempleados

Toluca, Méx.- De acuerdo a los expertos en capital humano de ManpowerGroup, los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos, la población de 25 años de edad o más, de estar desempleados, y aunque esto obedece en parte a su limitada experiencia laboral, también hay otras barreras que les impiden incorporarse al mercado de trabajo, como las pocas oportunidades de conseguir un empleo con prestaciones sociales.
Cifras de la firma de capital humano ejemplifican este escenario, pues 7 de cada 10 jóvenes tienen dificultades para ser contratados por la falta de experiencia.
Pero incluso antes de la crisis de salud, esta población era la “más vulnerable” por tres aspectos: ingresos más bajos en el primer empleo, informalidad (falta de prestaciones sociales) e inestabilidad laboral como resultado de salarios precarios.
En el segundo aspecto (la informalidad), cifras de la Organización Internacional del Trabajo apuntan a que en México, sólo entre 12 y 16% de los jóvenes con un trabajo de este tipo están cubiertos con servicios de salud, por ejemplo.
El sector informal, por otra parte, es el que más contribuye a la precariedad en los jóvenes.
Detalla que el 57% de los asalariados informales en México persiste en este esquema de trabajo a un año de haber sido contratado. El país encabeza en Latam la imposibilidad de transitar hacia la formalidad para una minoría de jóvenes, teniendo esta posibilidad solo 10% de los asalariados, informa la OIT.
“No hay que perder de vista el efecto estigma que produce iniciar una vida laboral en la informalidad”, dice Alberto Alesi, director General de ManpowerGroup México, Centroamérica y el Caribe, refiriéndose a que comenzar la trayectoria con un salario menor, sin prestaciones, sin oportunidades de desarrollo, ‘marca’ los primeros años de vida profesional del joven.
Así que independiente a que se formalicen incentivos para crear puestos de trabajo de calidad, refirió que hay que compensar las desventajas que enfrentan los jóvenes en el país en cuanto a su experiencia cuando buscan un empleo.
Advirtió que un desafío es ayudarlos a “superar las barreras de acceso al empleo formal”.
Entre las acciones inmediatas está que empleadores, instituciones académicas y firmas de capital humano ayuden a esta población a fortalecer las competencias técnicas y blandas para acreditar frente a un empleador la experiencia ganada a nivel académico y la que pueden desarrollar en el propio lugar de trabajo.