Inflación y pandemia repercuten en el bolsillo de los mexicanos: Díaz

Toluca, Méx.- La inflación y la pandemia por el COVID- 19 encareció la producción de insumos y con ello, sus precios, apuntó Miguel Ángel Díaz Carreño, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
En 2021 se registró una inflación del 7.4 por ciento de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el doble de lo que normalmente se registraba en años anteriores y, aunque está situación se presenta a nivel global, en nuestro país desde hace más de 20 años no se registraba una inflación como la actual, indicó.
El experto señaló que la situación conlleva problemas para la población mexicana que registra ingresos reducidos, pues aunque actualmente el salario mínimo se ubica alrededor de 172.9 pesos, el 25 por ciento de la plantilla laboral del país, es decir, la cuarta parte de las personas trabajadoras reciben está remuneración y, aunque en esta administración el salario mínimo se duplicó, aún es bajo.
“Cuando entró el actual gobierno, el salario mínimo era de 88.4 pesos y aunque se duplicó a 172.9 pesos sigue siendo muy bajo, sigue siendo insuficiente, se encuentra por debajo de la línea de pobreza extrema, por eso el Coneval calcula que cerca del 9 por ciento de la población se encuentra en esta situación de pobreza extrema”, dijo.
Y eso no es todo, pues señaló que la inflación mantendrá una fluctuación importante en el precio de ciertos insumos indispensables en la canasta básica como la tortilla y algunos cereales, “tal como se registró al cierre del 2021, cuando la inflación en alimentos se ubicó en alrededor de 12 por ciento”.
Añadió que aunado a la pandemia, los procesos de producción de algunos insumos avanza a ritmos muy diferentes en los países, eso ha generado una limitante en la oferta de ciertos artículos e incluso, se ha visto la caída en la disponibilidad de muchos de ellos, lo que ha impactado en sus precios, lo que afecta más a las familias de escasos recursos debido a que son las que destinan la mayor parte de sus ingresos a la alimentación, productos que incrementan su precio en comparación de artículos en general.
Por esto, recomendó evitar los gastos no esenciales, también conocidos como gastos hormiga, pues se trata de compras innecesarias normalmente a bajo costo.
También, es necesario realizar un comparativo de precios debido a que muchas veces el precio del mismo producto varía entre 50 y 100 por ciento en los establecimientos, sobre todo los precios de algunos medicamentos.