EL MITO DE SÍSIFO MEXICANO

Uno de los fenómenos sociales que está dándose ya en estos tiempos y en los años por venir, es la falta de profesionistas y técnicos, capacitados para trabajar directamente en el rubro energético, mismos que como sabemos ya en la reforma energética que se aprobó por nuestros legisladores federales integrantes del Congreso de la Unión, y ahora se denota este fenómeno que puede causar alguna serie de problemas, como lo es la insuficiencia tanto de calidad como de cantidad de personal que se encuentre capacitado para los nuevos retos que tiene México en este sentido, que ha sido de los más debatidos en el presente año.
Por ello, el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que por sus siglas es más reconocido como Conacyt propone que se desarrolle un programa especial para la formación de profesionistas e investigadores en los sectores energéticos y de comunicaciones, para contar con la excelencia requerida.
Todo ello suena totalmente positivo y alentador para nuestro país, lo que falta es saber en qué forma a este organismo de los más importantes de nuestra nación y de los menos apoyados desgraciadamente, podrá realmente contar con todo lo que querido para poder capacitar como se debe al personal que se tiene contemplado que deberá de estar trabajando en el sector energético, así como en el de las telecomunicaciones, ya que ahí se encuentra la iniciativa del titular del CONACYT, pero ahora falta de parte de las autoridades el que apoyen como se debe a este importante programa.
Por ello se espera que en un breve tiempo, comiencen las reuniones de parte del CONACYT con la Secretaría de Educación Pública, así como con la Secretaría de Energía, para entre los tres responsables de dar resultados, analicen a profundidad los programas, temas y cursos que son indispensables contar para tener personal verdaderamente capacitado a las funciones que se vienen en nuestra nación en estos dos importantes rubros, y estar a la altura de las competencias con los demás países a los que se tendrá que enfrentar a niveles de productividad y eficiencia.
Por ello es de reconocer realmente que la tarea es titánica, ya que México se encuentra en pañales en este sentido, con respecto a otras naciones que nos llevan en educación más de cien años de adelantos, como bien en este espacio y en otras ocasiones lo hemos acotado, que según las estadísticas, la educación en México no tiene nada que hacer con respecto a la de varios países europeos principalmente, por lo que el esfuerzo requerido es intenso.
La demanda de estos puestos con ciertas características que se deben de tener, se deberá de solventar en menos de seis años, y la meta que es indispensable para que todo esto sea funcionable, es de alrededor de doscientos mil capacitados para dichas tareas específicas.
Pero bien sabemos que por lo menos hasta estos momentos la capacitación en México, la educación con el impulso que se requiere y mucho menos lo que es la ciencia y la tecnología, se encuentran como Sísifo, sí, aquel ser mitológico que su condena era subir en una cuesta una inmensa piedra y al llegar a la cúspide, la misma volvía a caer, y desilusionado, volvía hasta la base de la montaña y debería de comenzar de nuevo, por toda la eternidad, pues algo así considero que es el reto que se debe de tener en estos temas, que son verdaderamente importantes para nuestra nación y que desgraciadamente no se toman en cuenta con la seriedad que se requiere.
México aún está lejos de la inversión pública en el ramo, ya que en este dos mil dieciocho apenas fue de 0.56 por ciento del producto interno bruto, y que como ejemplo citó lo que se brinda en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos por sus siglas mejor conocida como la OCDE se destina el 2.4% del PIB, llegando impresionantemente dos países que dan el cuatro por ciento de su Producto Interno Bruto como lo son Israel y Corea del Sur.
Esta cifra ilustre lector por más que se quiera decir otra cosa es verdaderamente ridícula y decepcionante, si comparamos el “intenso apoyo” que se da en México con respecto a otros países y vemos que tan chiquito es nuestro crecimiento y a lo que como líneas anteriores acoté, se debe nuestro país que enfrentar, por lo que poniendo las manos a la obra el Conacyt dio a conocer que ya se encuentra en el análisis del primer paso que es el de crear y conformar un grupo de especialistas en el desarrollo humano en temas específicos, a través de un programa emergente de formación de recursos humanos altamente calificados para el sector energético, pero la pregunta que nos hacemos los profanos e ignorantes conocedores de este tema, es en qué forma se logrará si no hay el debido apoyo que se merece tan importante organismo.
Ya vamos entendiendo ilustre lector el por qué cada que tocamos algunos medios de comunicación estos temas nos decepcionamos a más no poder, no es posible que se justifique por ningún lado los recursos que se destinan a los organismos electorales ni a la manutención y existencia de partidos políticos, en la forma en la que se hace en México, cuando vemos las carencias reales en las que nos encontramos en los temas por demás indispensables como es el desarrollo, crecimiento, cultura, valores y capacitación que se debe de tener y no en el bodrio que en muchos casos es la política de partidos en nuestra nación.
Ojalá y de alguna forma realmente se pueda tomar en serio la situación y ese mito de Sísifo deje de ser una realidad en nuestra nación.
HASTA AQUÍ MIS LINEAS
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