DESDE LA BARRERA

En esta ocasión tan especial mi ilustre lector, presto éste nuestro espacio informativo a mi gran amigo y suegro el Dr. Xicoténcatl Fernando Padilla Huerta que nos vino a visitar a tierras toluquenses; En las tertulias tan efímeras que hemos tenido mi familia y yo, nos ha contado un cuento escrito por él acerca de la anatomía del cuerpo humano, y creo que es necesario poder difundirlo en medios impresos como lo es nuestro periódico para que pueda a llegar a más personas conocedoras del tema una gran historia que lleva casi 50 años de creación por el Dr. Xicoténcatl Fernando Padilla Huerta.
“Erase que se era, que en valle de Silvio era regocijo y algarabía por que se iba a realizar un importante evento, una boda, entre la niña del ojo, nativa del valle de Silvio y el gran simpático, procedente de la ínsula. A la niña del ojo le asignaron las celdillas etmoidales para colocarle el ajuar, que había sido comprado en una prestigiosa boutique, llamada la tienda del cerebelo. Entonces en las celdillas que le habían sido asignadas la pusieron en la silla turca, frente al espejo de van Helmont y empezaron a ponerle su ajuar que había sido confeccionado con tela coroide, precioso el traje, y su velo del paladar y un ramillete de riolano; entonces iba guapísima.
Al gran simpático cuando se presentó en el lugar, tardó mucho por que vivía más allá del puente de varolio, entonces cuando él llegó traía un saco endolinfático legítimo con ojales de Juvara y botones de concha del temporal, arriba tenía una capa zonal de Waldeyer.
Entonces pasa al vestíbulo el sacerdote, se coloca su mitral, su sombrero y los recibe, ya que los hace pasar a la zona sacra desde luego había en la entrada grandes maceteros, con muchas flores. Pasaron hasta los reclinatorios, y en eso empezó a tocar el órgano de Corti la marcha marcial. La decoración de la iglesia estaba bien, porque tenía unos arcos superciliares preciosos y muy adornados.
Ya en los reclinatorios, el sacerdote les pidió a los contrayentes los anillos de zinc, que pusieron en los anulares de los contrayentes, y las arterias palatinas, que eran las madrinas les pusieron los cordones laterales, que significaba la unión de la pareja. Total siguió la ceremonia, el órgano de Corti toque y toque, muy suave, se termina y se van a tomarse las radiografías de rigor que no faltaban.
La fiesta iba a ser en el centro social frénico, muy afamado lugar que tenía en la entada su acueducto y había siete fontanelas al entrar. El piso del cuarto ventrículo encerado perfectamente para bailar. Empezaron a llegar todos los invitados; Primero llego el omoplato izquierdo, bien extravagante con un cuervo en el hombro, llegaron las cuatro Geni. Y los acomodaron de lugar, venían las siete cervicales, la séptima de ellas muy prominente en la sociedad. Total que empezó a llegar toda la gente, había un buffet muy bien preparado, sustancia gelatinosa de Clarke, Músculos de Pacini y una cisterna de Meckle llena de chela. La música también estaba muy bien porque estaban las salsas carotideas, la acústica caja del tímpano y las cuerdas bucales, para amenizar todo el cotorreo.
Todos acomodándose, sentándose, disfrutando de la fiesta y de la música, y lo que nunca falta, la chismosa de siempre, ahí va la comunicante anterior y le dice tras del pabellón de la oreja a la niña del ojo:
“-Oye niña ahí en el vestíbulo esta tu antiguo novio
-¿Cuál novio?
-No te hagas, el vago
-¿Cómo?
– Y viene con los meleolos y con los redondos, ya se metieron haciendo un desastre con la gente; Desgarrando los vestidos y dando empujones, por ahí encontraron un saco de tubérculos celicientos y se los están aventando a la gente”
Entonces ella se quedó muy seria y dijo que había que llamar al intermediario de Wrisberg. Entonces empezó una discusión entre la niña del ojo y el vago
“-Haber pues, ¿tú que traes?
-Pues es que yo no entiendo, si eras mi novia niña y ¿cómo que ya te cásate con el gran simpático?
– Recordarás vago, que por tus contantes viajes interhemisfericos, tu malévola amistad con el golfo de la yugular y todas esas cosas que andabas por ahí, pues yo dije ya no va a regresar. Además de que escuche en el radio que había sido un accidente en el triángulo de Scarpa, por eso accedí a casarme con el gran simpático”
Pues el vago se encolerizo, le agarro el vestido y se los rasgo, entró al quite el gran simpático se liaron a golpes e intervinieron los azules, los sometieron, lo liaron y los mandaron directo al antro de Highmore.
Dicen las malas lenguas, que la niña del ojo se compadeció del él y adentro de una lira, le puso una cuerda timpánica y este jijo se peló por la ventana oval. Otros dicen que mientras ella andaba de luna de miel por los lechos sanguíneos, este desgraciado se fue a otro lugar. Pero todo fue feliz, termino la boda y no se supo más del vago.”
-Dr. Xicoténcatl Fernando Padilla Huerta
Como puede apreciar ilustre lector, esta nota es con el fin de poder hacer un homenaje a las personas del sector salud, doctor, enfermeras, dentistas, etc. Que se han enfrentado en casi dos años de pandemia a dificultades que ningún ser humano se merece, ya que ellos son las personas que mantiene la salud de nuestra nación, exponiéndose día con día al malvado bicho que nos acecha las 24 hrs del día. Por lo mismo considero esta redacción una gran forma de poder aliviar un poco la cantidad de noticias preocupantes para a sociedad y así hacer conciencia de todo el trabajo y esfuerzo que han hecho nuestros personal de salud.
HASTA AQUÍ MIS LINEAS
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