GRILLANDO
- José Elías Nader Mata
- 24 enero, 2022
- Columnas
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Mucho antes de dedicarme al periodismo, con un enorme sentido social estudié con pasión la carrera de Derecho pues si algo me quedaba claro es que a mi querido México le faltaba justicia y equidad, algo que fue hace más de 20 años y donde siendo honestos nunca imaginé que pudiéramos estar peor.
La realidad de México es complicada pues ha aumentado el número de pobres, la corrupción, la violencia, los asesinatos, los malos gobiernos, las injusticias y con todo ello se ha degradado la calidad de vida impactando a la mayoría de los mexicanos que a pesar de los escenarios adversos deseamos que algún día inicie el verdadero cambio de nuestra histórica y amada tierra.
Sin embargo, hay cosas que pasan y nos siguen doliendo en lo más profundo como el caso del cuerpo del bebé hallado en un basurero de un penal de Puebla, algo terrible, indignante y que solo refleja la enorme podredumbre de un sector de la población y la ineptitud de las autoridades que siguen siendo incapaces de poner orden, casos que nos deben preocupar como sociedad y que no debemos dejar pasar de largo.
Los padres del bebé identificaron el cuerpo, mismo que habían enterrado el pasado 6 de enero en el panteón de San Nicolás Tolentino en la Delegación Iztapalapa de la Ciudad de México y que fue ilegalmente exhumado, algo que debe ser resuelto, pero no solo deteniendo a un par de chivos expiatorios sino explicando esta práctica atroz donde las mafias demuestran que han perdido todo código humano y se han convertido en verdaderas bestias por lo que deben ser tratados como tales.
Y es que, lamentablemente de Puebla podemos pasar a Acapulco donde la semana pasada un video nos permitió ver con enorme indignación como tres hombres armados golpeaban y subían al vehículo a una mujer de la que hasta el momento no se sabe nada, algo que parece no preocuparle a la gobernadora de Guerrero, EVELYN SALGADO que ha sido incapaz de dar una solución a este caso que lamentablemente vemos a lo largo de todo el país donde continúan los asesinatos y secuestros de forma impune.
Así que algo tiene que pasar en mi querido México pues ya basta que sea el país donde se asesinan o secuestran a bebés, niños, mujeres, ancianos y no pasa nada, con autoridades incapaces de aplicar la justicia y con la conformidad de una sociedad, que como lo he dicho en muchas ocasiones, no se puede acostumbrar a esto, a los crímenes inhumanos, al sufrimiento del prójimo y a pensar que todo está bien mientras uno no sea la víctima.
LA GRÁFICA DE HOY
Del fotógrafo JAIME ARRIAGA, es de la gente que sigue sin entender la importancia de usar el cubrebocas, lo anterior a pesar de que en Toluca ya se hizo énfasis que el uso del mismo es obligatorio, algo que a estas alturas toda la gente lo debería de entender, lo malo es que la falta de educación y empatía sigue siendo una constante de un sector de la población.
Y es que, recordemos que hoy en el Estado de México retrocedemos en el semáforo epidemiológico y pasamos al amarillo, un llamado de las autoridades para que le bajemos un poco al ritmo ante el enorme aumento de contagios derivados de la variante Ómicron.
Sin embargo, también está la otra realidad de la que no he dejado de hablar y que emana de la enorme necesidad de trabajar de un gran sector de la población que pase lo que pase tenemos que salir a buscar el sustento todos los días, la señora que vende quesadillas, el obrero que tiene que llegar a la planta, la secretaria que necesita ir a la oficina o el empresario que está obligado a pagar sus quincenas e impuestos, entre otros ciudadanos que a pesar del virus tienen que esforzarse al máximo.
Así que ya es una cuestión personal, de educación, solidaridad y respeto con los demás, aquella donde entendamos que a pesar del virus México tiene que seguir avanzando, sin embargo, debemos hacerlo conscientes de que estamos viviendo en medio de una pandemia mortal y por ello debemos extremar precauciones para no poner en riesgo nuestra salud y la de nuestros seres queridos.
Y VA DE CUENTO
Un chamaco de nombre ESTEBAN OLÍN llega con su madre: ¡Mamá, mamá! ¿Es verdad que la gente entra al cielo primero con los pies?
A lo que la madre le contesta: Cariño, ¿por qué me haces esa pregunta?
– Rosita, la que nos ayuda en la casa, está en la cama con las dos piernas hacia arriban y gritando: ¡Dios mío…! Estoy en el cielo…! ¡Ya llegó…! Y estoy seguro de que se ha ido al cielo, porque papá está acostado encima de ella y no deja de abrazarla con todas sus fuerzas…
HASTA mañana con más GRILLANDO. Comentarios en Twitter en @pepenader y en [email protected]