LA URGENTE ATENCIÓN AL RÍO VERDIGUEL, EN TOLUCA

La próxima administración municipal de la capital mexiquense, encabezada por Raymundo Martínez Carbajal, enfrentará los riesgos que sigue representando la bóveda del río Verdiguel, siendo los más recientes: la inundación del sótano de estacionamiento en 2018 y la fractura presentada al interior del edificio “Plaza Toluca” ubicado en la esquina de las avenidas Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, ocupado por la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de México.
El Río Verdiguel se origina en las partes altas del Nevado de Toluca, antes de llegar a la zona céntrica de la Ciudad de Toluca se le une el Arroyo Cano que le aporta un caudal adicional. El río cruza la ciudad como un conducto cerrado revestido de mampostería; después se bifurca en los arroyos Tlacopa y Miltepec, otra vez como canal a cielo abierto desemboca en el cauce del Río Lerma.
El Río Verdiguel por su propia naturaleza ha presentado problemas a lo largo del tiempo. La construcción de la bóveda data de 1890 en la parte del centro de la ciudad, los materiales con los que fue construida son en su mayor parte piedra braza, cantera y concreto, se tienen cambios de dirección o de sección transversal, resultando en 19 eventos con colapsos desde 1980 a la fecha.
En las partes altas del municipio en el Nevado de Toluca, se ha perdido una importante superficie forestal, lo que ha disminuido de manera notable la capacidad de recarga del acuífero. La pérdida de la cobertura vegetal, además de la fuerte pendiente del terreno y suelos susceptibles de erosión, originan grandes pérdidas de material y son llevados a la parte baja del valle como azolves que afectan la infraestructura de drenaje.
El Río Verdiguel en su tramo embovedado desaloja las aguas servidas y pluviales de la ciudad de Toluca, tiene una longitud aproximada de 5.00 kms, desde el andador Paseo Tollocan hasta la glorieta a La Marina, presenta 23 secciones diferentes. A lo largo del tiempo ha presentado problemas estructurales y de capacidad de conducción.
La bóveda no tiene capacidad para conducir un gasto mayor a 14 metros cúbicos por segundo, trabajando como canal. Cuando ingresan caudales mayores a dicho gasto, la bóveda en su tramo estrecho se satura y comienza a trabajar a presión. Si sigue aumentando el gasto, la bóveda podrá conducir un gasto de 18.5 metros cúbicos por segundo, pero a punto de salir el agua por los brocales de los pozos de visita, o las rejillas pluviales.
Para resolver los problemas estructurales se rehabilitó y reforzó la bóveda en una primera etapa el tramo de Riva Palacio a Juárez y posteriormente hasta Pedro Ascencio. En una segunda etapa se realizó de Riva Palacio hasta Sor Juana. Todo con una estructura de concreto reforzado colado en sitio con un espesor de 30 cm, y acero de refuerzo.
Las acciones estructurales deben de ser continuadas, considerando rectificaciones, desazolves, reforzamiento, monitoreo e inspecciones y sustitución de materiales.
En la columna de la semana pasada se comentaban las medidas estructurales y no estructurales para realizar la gestión de inundaciones. El río Verdiguel y su cuenca de aporte es un buen caso para aplicarlas.

PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Está por terminar la temporada de lluvias en el centro y occidente del país. En el norte siguen las nevadas y ahora las lluvias intensas se presentarán en el sureste del país por la influencia de los “frentes fríos” o “nortes”. En el Estado de México hubo afectaciones en todos los municipios ribereños al río Lerma, desde Almoloya del Río hasta Temascalcingo con una defunción. En el Valle de México se tuvieron los mayores estragos destacando Tlalnepantla y Ecatepec con al menos la perdida de doce personas. El agua tiene memoria y reconoce sus dominios. Hay que respetarla.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.