MENOS STRESS
- Redacción
- 21 agosto, 2021
- Columnas
-
0 Comments
Pbro. Dr. Daniel Valdez García
Este es un artículo de carácter divulgativo y pretende ayudar en la formación de la conciencia ante los embates de la propia vida y la lacerante pandemia.
Algún día pregunté a un paciente: “¿Estrés?” Y me respondió: “No, ya es cuatro o seis”. Me dio risa, pero al pasar el tiempo fui descubriendo todo lo que esa persona hacía para un manejo idóneo de la situación de estrés.
Seguramente que todos hemos oído hablar de estrés y de que es la enfermedad del siglo. “Estar estresado” es lo mismo que decir estoy agobiado, tengo demasiado trajín o ajetreo, la situación me sobrepasa… etc. Y lo básico es relajarse y descansar porque que no hay la menor duda de la relación que hay entre el estrés y varios problemas de salud.
Biológicamente hablando, el estrés es un intento de respuesta de nuestro organismo por recuperar el equilibrio homeostático perdido. Y el cuerpo activa toda una gama de acciones que iban desde la activación de determinadas partes del sistema nervioso o la secreción de determinadas hormonas así como inhibir otras, incluso se da la aparición de ciertos cambios fisiológicos. Los agentes estresantes rompen dicho equilibrio.
Hemos pasado al estrés psicológico no tan adaptativo y que a diferencia de los animales, solemos crearlo los seres humanos por la simple anticipación de que algo amenazante va a ocurrir, Favoreciendo así el estrés neurológico, cuyos efectos van desde el aumento de la sudoración y ritmo cardiaco o la intensificación de la respiración que se llega a hacer entrecortada, hasta la mayor tensión muscular y toda una serie de desórdenes digestivos y hormonales así como aumento de presión sanguínea y dolor de cabeza entre otros. Esto sin olvidar los efectos psicológicos como la irritabilidad, perdida de atención o apatía que llevan al estado de vulnerabilidad cuya persistencia favorece la aparición de enfermedades, problemas para conciliar el sueño e incluso de relación interpersonal. Las secuelas son diversas: cambio de carácter, falta de atención, depresión crónica, neurosis, adicciones, insuficiencia respiratoria, amnesia temporal, pequeños eventos cerebrales vasculares (EVC), parálisis facial, oclusión intestinal, síndrome de burnout, incluso quedar espástico, etc.
El estrés es necesario e importante para mantener la tensión correcta. Es como un arco y una flecha, si no hay la tensión suficiente no se da en el blanco, y si se pasa de tensión truena el arco. El dominio es lo básico para lograr de dicha actividad un deporte sano. Igual sucede al ser humano para tener una vida sana con la tensión adecuada.
Enseguida comparto los elementos preventivos de estrés y al final aquellos que contribuyen a contenerlo.
Medidas preventivas:
– Orar y/o meditación diaria.
– Respirar profundo y acompasado.
– Ser objetivo al afrontar los problemas.
– La aprensividad cede con asertividad.
– No tener miedo al jefe inmediato, sino ser un próvido colaborador.
– Asumir las consecuencias de sus actos y enseñar eso a los hijos.
– Poner límites a sí mismo y a los demás.
– Hacer caso a las intuiciones personales.
– El que habla, Saba. El que se calla, se daña.
– Baila, canta, juega, diviértete y mucho.
Medidas de contención:
– Consumir alimentos antineuriticos, ricos en complejo B.
– Evitar productos chatarra y alimentos procesados.
– La casa y la oficina deben estar adecuadamente ventiladas.
– Hacer actos de caridad envueltos en dignidad.
– Hacer ejercicio físico y mental adecuado.
– Evitar situaciones intensas y personas tóxicas.
– Es importante tener un plan de vida, y encontrar el propio centro de equilibrio.
MENOS STRESS
- Redacción
- 21 agosto, 2021
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Pbro. Dr. Daniel Valdez García
Este es un artículo de carácter divulgativo y pretende ayudar en la formación de la conciencia ante los embates de la propia vida y la lacerante pandemia.
Algún día pregunté a un paciente: “¿Estrés?” Y me respondió: “No, ya es cuatro o seis”. Me dio risa, pero al pasar el tiempo fui descubriendo todo lo que esa persona hacía para un manejo idóneo de la situación de estrés.
Seguramente que todos hemos oído hablar de estrés y de que es la enfermedad del siglo. “Estar estresado” es lo mismo que decir estoy agobiado, tengo demasiado trajín o ajetreo, la situación me sobrepasa… etc. Y lo básico es relajarse y descansar porque que no hay la menor duda de la relación que hay entre el estrés y varios problemas de salud.
Biológicamente hablando, el estrés es un intento de respuesta de nuestro organismo por recuperar el equilibrio homeostático perdido. Y el cuerpo activa toda una gama de acciones que iban desde la activación de determinadas partes del sistema nervioso o la secreción de determinadas hormonas así como inhibir otras, incluso se da la aparición de ciertos cambios fisiológicos. Los agentes estresantes rompen dicho equilibrio.
Hemos pasado al estrés psicológico no tan adaptativo y que a diferencia de los animales, solemos crearlo los seres humanos por la simple anticipación de que algo amenazante va a ocurrir, Favoreciendo así el estrés neurológico, cuyos efectos van desde el aumento de la sudoración y ritmo cardiaco o la intensificación de la respiración que se llega a hacer entrecortada, hasta la mayor tensión muscular y toda una serie de desórdenes digestivos y hormonales así como aumento de presión sanguínea y dolor de cabeza entre otros. Esto sin olvidar los efectos psicológicos como la irritabilidad, perdida de atención o apatía que llevan al estado de vulnerabilidad cuya persistencia favorece la aparición de enfermedades, problemas para conciliar el sueño e incluso de relación interpersonal. Las secuelas son diversas: cambio de carácter, falta de atención, depresión crónica, neurosis, adicciones, insuficiencia respiratoria, amnesia temporal, pequeños eventos cerebrales vasculares (EVC), parálisis facial, oclusión intestinal, síndrome de burnout, incluso quedar espástico, etc.
El estrés es necesario e importante para mantener la tensión correcta. Es como un arco y una flecha, si no hay la tensión suficiente no se da en el blanco, y si se pasa de tensión truena el arco. El dominio es lo básico para lograr de dicha actividad un deporte sano. Igual sucede al ser humano para tener una vida sana con la tensión adecuada.
Enseguida comparto los elementos preventivos de estrés y al final aquellos que contribuyen a contenerlo.
Medidas preventivas:
– Orar y/o meditación diaria.
– Respirar profundo y acompasado.
– Ser objetivo al afrontar los problemas.
– La aprensividad cede con asertividad.
– No tener miedo al jefe inmediato, sino ser un próvido colaborador.
– Asumir las consecuencias de sus actos y enseñar eso a los hijos.
– Poner límites a sí mismo y a los demás.
– Hacer caso a las intuiciones personales.
– El que habla, Saba. El que se calla, se daña.
– Baila, canta, juega, diviértete y mucho.
Medidas de contención:
– Consumir alimentos antineuriticos, ricos en complejo B.
– Evitar productos chatarra y alimentos procesados.
– La casa y la oficina deben estar adecuadamente ventiladas.
– Hacer actos de caridad envueltos en dignidad.
– Hacer ejercicio físico y mental adecuado.
– Evitar situaciones intensas y personas tóxicas.
– Es importante tener un plan de vida, y encontrar el propio centro de equilibrio.