Las lecciones de la consulta
- Elva María Maya Marquez
- 4 agosto, 2021
- Columnas
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El domingo 1° de agosto llegó y con ello la realización de la primera consulta popular en la historia de nuestro país. Varios aspectos que llaman la atención y no precisamente para bien, pues hubo quien mostró una vileza monumental al burlarse del ejercicio compartiendo imágenes que desincentivaban la participación al punto de llamar “pendejos” a quienes decidieron salir a votar, revelando nula consideración y empatía por quienes han sido afectados directamente, se han sentido agraviados y son víctimas de hechos del pasado y que vieron en este ejercicio la oportunidad de hacer justicia.
La confusión y desinformación llega a ser tanta, que muchos piensan que esto era una consulta del presidente, cuando en realidad fue producto de una iniciativa ciudadana que en 2020 juntó más de 2.5 millones de firmas entregadas al Senado, de manera posterior al INE y finalmente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para promover una consulta popular que efectivamente, lo que pedía de manera inicial era un juicio a los expresidentes pero, la Suprema Corte modificó la pregunta ya que consideró que no respetaba el principio de presunción de inocencia. Lo que se obtuvo fue una pregunta kilométrica y para la cual parecía que se necesitaba mínimo la licenciatura en derecho para poder descifrarla y en resumen, hablaba de enjuiciar a los “actores políticos del pasado”, que tampoco dejaba claro a quienes se refería y el periodo que abarcaba.
Decir que los votos obtenidos son pocos o son muchos es complicado porque es la primera experiencia que tenemos en México y no hay parámetro de comparación, la difusión fue poca, se contó con un tercio de mesas receptoras de votos comparada con una votación “normal”, un INE que más allá de lo que diga o llegue a reconocer, dejó ver un desinterés por realizar esta consulta lo que derivó en cierta desorganización, y con un presidente de la república que mandó mensajes contradictorios al promover en un inicio el ejercicio y de manera posterior declarar que no votaría, pudo contribuir en los índices de participación.
Era una consulta que tenía todo en contra para realizarse y que aun con eso, el hecho en sí mismo es un acierto que solo puede ser visto como un fracaso para quienes no quieran entender que la consulta popular es de las y los ciudadanos, un mecanismo de participación que no le debemos a ningún partido político o al instituto electoral, es un derecho constitucional que se respaldó con más de 6.5 millones de votos obtenidos que partidos como Movimiento Ciudadano o el PRD, no fueron capaces de obtener en las pasadas elecciones y ya hubieran querido sumar.
Las lecciones aprendidas serán muchas y es pronto para enumerarlas, sin embargo, lo primero que se debe hacer es desmontar esa idea de que “la ley se aplica no se consulta”, porque francamente es ridículo pretender utilizar como argumento creíble en un país donde la impunidad se ha convertido en la regla y la ley se viola de manera constante y de todas las formas posibles.
Lo que debemos preguntarnos es si estamos listos para una próxima consulta como la que supone la revocación de mandato en marzo de 2022, si queremos que este INE que dio por hecho que todos los ciudadanos podían acceder a internet para ubicar las mesas receptoras de votos y trasladarse a más de media hora del lugar donde viven para emitir su voto, con una línea telefónica donde nadie contestaba para brindar asesoría la puede organizar o bien, tiene la disposición para hacerlo, porque es inevitable pensar que más allá del presupuesto, es un tema de voluntad.
Es desgastante ver a un presidente de la república y al consejero presidente con lo que se ha convertido en un pleito personal donde los únicos que pierden son los ciudadanos, mientras ellos no cambien de actitud, los ciudadanos no hagan el intento por involucrarse más en la toma de decisiones y los partidos políticos no cumplan con su función respecto a promover la participación de los ciudadanos, cualquier consulta sobre cualquier tema y aun con preguntas claras, difícilmente rendirá frutos.
P.D. Esto, es solo una de tantas lecturas o interpretaciones de la consulta. El fracaso o el éxito de la misma, dependerá del lugar del que se decida estar.