EL VALLE DEPORTIVO

“La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.” Rudyard Klipyng

Cuando estaba en el servicio público del deporte estatal tuve la oportunidad de convivir muy de cerca con los atletas, deportistas, entrenadores, asociados, federativos, dirigentes, organizaciones, clubes privados y abiertos a todo público, comunidades, distintos grupos, padres de familia y por supuesto con compañeros de medios de comunicación. Visité cada rincón del Estado de México en diversas ocasiones y momentos; siempre era cansado, pero sumamente placentero, sobre todo llegar a los lugares más recónditos y apreciar el nivel de sueños y anhelos de quienes aspiraban a portar los colores patrios en competencias estatales, nacionales e internacionales. Los había de todo, desde quienes querían ser el parteaguas de su familia y salir de la pobreza, así como aquellos que sólo estaban en alguna disciplina porque era su hobbie, y también estaban aquellos que seguían una mística idea de trascender y salir de zona de confort, aspirar a lo más alto y hacerse acreedor de un estímulo, beca o reconocimiento, y más aún la continuidad de los estudios, pero siempre pensando construir bien sus cimientos y verse en el podio con la bandera nacional en todo lo alto.
Algunos alcanzaron esa gloria, otros se quedaron en el intento y unos más de plano abdicaron y se dedicaron a otros temas, pero acá el sentido estricto de esto radica en la conjugación de la determinación, garra, coraje y amor propio, éstos, mezclados y metidos licuados en el corazón y mente, dan el empuje necesario a cualquiera que tenga su meta bien impresa en su ser, tal como lo han establecido los mexiquenses que acudirán a los cada vez más cerca Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio. Ellos como todos los demás deportistas y/o atletas del país aspiran a lo máximo y quedar entre los tres mejores de mundo, porque para ello se han preparado y lo buscan afanosamente y darán todo de sí, pero también llevan un incentivo más cuando las autoridades anuncian que obtendrán sendos premios si consiguen colgarse un metal independientemente del color que sea. Por ejemplo, acá en el EdoMéx, el gobernador constitucional Alfredo Del Mazo Maza, se reunió con un grupo de deportistas y atletas para hacerles de su conocimiento la confianza que hay de la entidad en sus habitantes, en sus deportistas que son claro ejemplo y orgullo deportivo, por lo que los conminó a brindarse al máximo por conseguir sus sueños y una vez obtenidos, también se les ofrece un estímulo económico por la valentía y gallardía. Así que la misión que no es nada sencilla, al contrario, sumamente difícil, tiene entre líneas aspiraciones de consolidar un progresivo desarrollo personal, familiar y con la sociedad, porque basta recordar que los medallistas olímpicos son referentes históricos y figuras a seguir por niños y jóvenes. Bien por el gobierno mexiquense y por el aporte que han seguido impulsando y promoviendo tanto Marcela Salas como Max Quintana para el deporte en general y el turismo para la entidad.
Y si refiero esas caricias al alma que brotan de nuestras mentes y corazones, para quienes hemos cubierto un certamen de esta magnitud fuera de México, basta decir que no todo es dulzura y siempre hay críticas por envidias y por corajes mal infundados; a unos el trabajo y “dedicación” no les alcanza, a otros se lo ganan a pulso y no tienen que andar ni estirando la mano ni pidiendo dadivas para eso y otros temas, acá se trata de preparación, de conocimiento, de aspiraciones y de desarrollo permanente, cuando se logra un objetivo como es ese, lo más inmediato es dar el siguiente paso y ya pensar en el siguiente ciclo, abrir más el horizonte de las oportunidades pero generarlas también, no todo pasa por estar en el momento correcto y en el lugar indicado, así como los deportistas y entrenadores tienen su tiempo, también de este lado se requiere mucha dedicación pero sobre todo profesionalismo y conocimiento del medio y de los deportes, no se centra nada más porque hoy se me dio mi regalada gana, al contrario, como ellos, los estímulos, reconocimientos y otros detalles se reciben a grandes y a creces cuando lo has labrado con base en sangre, sudor y lágrimas.
Hoy y mañana la selección nacional de basquetbol estaré enfrentando el torneo olímpico clasificatorio FIBA en Split, Croacia, lugar a donde llegan 12 guerreros de la mano de Omar Quintero, para enfrentar este martes a la selección de Alemania, mientras el miércoles 30 ante Rusia, ambos partidos serán a las 9:30 horas (tiempo de México) y sin duda abren un panorama esperanzador alrededor al baloncesto que vivía en la sombra, y una vez más queda de manifiesto que el buen trabajo se procesa, se persigue y se desnata cualquier síntoma de “maldad” para que se dé paso a la confirmación de ser ganadores. ¿Tú lo eres????
Pásenla bien!!!