Regreso a la vida diaria
- Julián Chávez Trueba
- 16 junio, 2021
- Columnas
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Ok pasaron las elecciones, pasó ya otro ciclo escolar, a nuestro trabajo regresamos si no al 100, pues ya de manera constante, días u horas escalonadas, pero regresamos a nuestras vidas.
La normalidad es el caos vehicular, los accidentes constantes en la carretera y vialidades nos permiten acordarnos de nuestros tiempos monumentales, de lo corto de estos mientras permanecemos en casa, de la vida que se va rápido y de que cada pestañeo se traduce en un fin de semana.
En estos días ha llegado nuestra calma, nuestra tan añorada serenidad, que de a poco se vuelve a traducir en un efímero minuto cada día.
Hoy toca despabilarnos en los días lluviosos, abrigarnos con el viento y salir a correr en el Sol, pero ocupando nuestro tiempo como antes, solo que con un cubrebocas en todo momento.
Visitemos a nuestros familiares y amigos, hagamos reuniones con poquitas personas, hagamos conciencia y reflexionemos que no se puede llegar a la normalidad si no pensamos en ella como una menta, porque definitivamente no es el camino.
La gente regresa más loca que de costumbre, con la depresión de no ver a sus seres queridos, de no ver a su familia, de no tener abrazos, de no tener contacto, de (en algunos casos) no hacer nada durante todo el día, y así las semanas; la gente está deprimida y eso la vuelve agresiva, por lo que hoy más que nunca debemos de ser extremadamente tolerantes con los que empecemos a tener contacto, como nuestros compañeros de trabajo, al fin y al cabo ellos no tienen la culpa de tenernos cerca, ni nosotros a ellos, tratemos de convivir con sus limitantes y sin tomarnos todo a pecho.
Afortunadamente en nuestro Valle de Toluca, las escuelas no han regresado y las que ya, lo hacen con estrictas medidas de precaución, pero la gran mayoría decidieron dejar las clases para el siguiente ciclo, y tiene sentido porque por un mes de clase presencial no podremos decir jamás que se recuperó algo de tiempo o algo de los conocimientos, y al contrario, podemos observar con cierta alarma que el foco de contagio es importante.
Hay de nuevo calma, hay paz y es el momento de que políticamente los actores llamen a la unidad, esa cualidad que mucho nos ha faltado a los mexicanos y ahora es más lejana que nunca.
Disfrutemos vivir, comer rico y en familia, hacer nuestros hobbies, darnos el tiempo de hablar en familia, de disfrutar los momentos con los seres queridos, dejemos los celulares y hablemos en la mesa, porque de a poco esos momentos se irán desvaneciendo con la vuelta a la rutina.
Hoy no lo sabemos pero seremos la generación que sobrevivió al COVID, hemos formado parte de la historia y ella nos acaba de parir no profilácticamente a un nuevo escenario, donde las reglas cambiaron, poquito pero suficiente para tener que hacer nuestro mayor esfuerzo para descifrarlo.
Al final la meta es ser felices y hacer felices a quienes nos rodean.