Migrantes, marginados por las políticas sociales en México

Toluca, Méx.- Investigadoras y representantes de organizaciones de migrantes cuestionaron la falta de políticas sociales en México dirigidas a esos grupos, principalmente para los que retornaron al país por deportación. Entre las dificultades que deben atender los migrantes de retorno en la obtención de un documento de identidad e historiales educativos y laborales, el rechazo y la discriminación, empleos informales o mal pagados, en un contexto en que la mayoría mantiene vivo su deseo de regresar a Estados Unidos.
En la primera jornada del seminario Exclusiones e inclusiones de migrantes de retorno y en tránsito por el país frente a la pandemia de COVID-19, organizado por El Colegio Mexiquense, Lucía Cristina Ortiz Domínguez, investigadora de estancia postdoctoral, destacó la carga política y social del término, a la vez que compartió los resultados de un análisis comparativo sociodemográfico en que destacó que el Estado de México está entre las cinco entidades con mayor proporción de migrantes de retorno.
Otros datos señalan que la etnicidad juega un papel importante en la discriminación y la desigualdad, la mayoría de los migrantes de retorno son hombres, más de la mitad del total regresó a zonas urbanas y menos de uno por ciento de ellos tiene educación superior, 21 % son mujeres y del total de retornados con acceso a los servicios de salud solo 22% lo tiene como prestación laboral.
Ana Laura López, representante de la organización Deportados Unidos en Lucha, aseguró que los migrantes han vivido en el limbo del olvido por parte del gobierno federal actual y el anterior, a la vez que cuestionó que la credencial de elector sea el único documento de identidad en México, pese a que su propósito central sea otro, lo que se traduce en lo que llamó la violencia básica de la falta de acceso a los documentos por parte de los migrantes retornados.
Advirtió de que muchas mujeres emigran por violencia doméstica y en Estados Unidos encuentran también acoso y desigualdad; en los casos de deportadas, sobre todo las mamás transnacionales deben hacer frente también a los juicios que cuestionan sus decisiones sobre sus hijos, pese a darse en situaciones extraordinarias como lo es una deportación.
En tanto, Ana Elizabeth Jardón Hernández, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, destacó que los migrantes no son sujetos de la política social en México, aun con la importancia y peso que tienen las remesas que envían, lo que hace más difícil su reinserción, lo que en el caso de los retornados se traduce en inseguridad, temor, ansiedad y angustias generadas por sentirse extraños en su propia tierra, pues están regresando a espacios donde son discriminados y rechazados, con el doble estigma de la deportación y la sospecha infundada de que sean portadores del virus de COVID-19.