CAPTURA DE CARBONO POR LOS BOSQUES
- Luis Eduardo Mejia Pedrero
- 12 abril, 2021
- Columnas
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El Día del Árbol se celebra alrededor del mundo en diferentes fechas: desde el 21 de marzo en España hasta el 1° de octubre en Bolivia. Esta conmemoración se elige para iniciar las campañas de reforestación y son previas a la temporada de lluvias, basándose en que sea lo más propicio para que los árboles arraiguen, según sus condiciones naturales. En nuestro país es el segundo jueves del mes de julio, que en este año será el día ocho.
Los árboles nos proporcionan servicios ambientales como: regulación del ciclo del agua, capturan el carbono, protección de la biodiversidad, coadyuvan en la dispersión de semillas, mantienen los suelos, regulación de la calidad del aire, amortiguamiento de los fenómenos naturales, proporcionan alimento y material para la construcción y dan sustancias para la elaboración de medicamentos.
Su importancia cada vez es mayor pues son el sumidero de dióxido de carbono natural más importante. Un investigador de la Universidad de Sevilla destacó el pino carrasco como uno de los árboles que más dióxido de carbono absorben. Se estima que pino carrasco maduro puede llegar a absorber hasta 50 toneladas de dióxido de carbono al año. Dicho de otra forma, un ejemplar maduro de esta especie puede de absorber las emisiones generadas por 30 coches de tamaño medio al recorrer 10.000 kilómetros al año.
Los grandes sumideros de dióxido de carbono, por su gran riqueza biológica, son los bosques primarios. Bosques intactos, vírgenes y de especies nativas, en los cuales no hay indicios visibles de la actividad humana y donde los procesos ecológicos no han sido alterados de forma significativa. Estos bosques primarios y fuentes reguladores del clima, se han ido reduciendo por la intervención humana.
Los siete últimos grandes bosques primarios del planeta son los siguientes: el bosque tropical amazónico, la jungla del sudeste asiático, las selvas tropicales de África central, los bosques templados de Sudamérica, los bosques primarios de Norteamérica y Canadá, los últimos bosques primarios europeos, y os bosques de la taiga siberiana.
Junto con los océanos, proteger los bosques supone conservar el método más potente para absorber y secuestrar dióxido de carbono. Su capacidad es extraordinaria. Hay estimaciones que establecen que un árbol almacena en promedio unos 22 kilos de dióxido de carbono al año. Las selvas tropicales retienen 250 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, solo en los árboles, lo que equivale a 90 años de emisiones globales. Los bosques europeos secuestran aproximadamente el 10% del total de los gases efecto invernadero emitido por la Unión Europea. En España, los bosques fijan una tonelada de carbono por hectárea al año. Pero ahora diversos estudios han puesto de manifiesto que esta capacidad de los bosques podría frenarse debido a los efectos del calentamiento global.
PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
Agradezco la confianza de las autoridades educativas del reconocido Instituto Simón Bolívar de la ciudad de Toluca, para invitarme a participar como ponente este lunes en su sesión de Consejo Técnico con la plática “El agua como recurso finito”, con conceptos que espero sean útiles para su planta docente y sean la base para generar en sus alumnos un cambio urgente en la visión del manejo del agua.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram @mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.