DICOTOMIA SOCIAL Y NEOLIBERALISMO
- Juan Manuel Sobrino B.
- 22 febrero, 2021
- Columnas
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Dijera el filoso cómico desaparecido Don Héctor Suarez ¿QUÉ NOS PASA? gran critico político, como en su tiempo lo fuera también “palillo” con sus pulpos chupeteadores, refiriéndose a esos que no solo te roban la energía, sino también la patria, el erario y muchas riquezas nacionales más.
En la actual dicotomía social se emprende una pandemia (palabra de moda por el virus), por la supuesta polarización y digo “supuesta”, por existir dos grupos que se antagonizan, pero que al final son más los que están a favor que los que están en contra.
No puedo negar que fue cierto, que alguna vez vivimos una etapa de supuesta paz, mientras los gobiernos priistas robaban a diestra y siniestra las joyas de la corona nacional, mientras no había aparecido en Colombia el narcotráfico epidémico para los países en ruta a los Estados Unidos y mientras Felipe Calderón no les declarara la guerra junto con el crimen organizado, para defender sus propios intereses y blindar a su propio cartel de las drogas. Y si, una paz condicionada o con un compás de espera para que se destara una pandemia social, al llegar a la presidencia de México, alguien con otra visión, con una idea política más clara, que maquillada de democracia; de supresión a la corrupción, de eliminación de privilegios a los ya de por si privilegiados, de callar a los que critican por criticar para hacerse notar, a los que amordazaron con millones de dólares cada sexenio. Esos que se cuentan con los dedos de la mano y que se hacen llamar oposición cuando entre ellos mismos no se ponen de acuerdo en lo que quieren, ni como corregir un país que destrozaron por decenas de años y que hoy, solo creen que con atacar las actividades del actual gobierno, la gente va a volver a creer en ellos y les van a dar su voto para regresarles sus privilegios. NUNCA MÁS.
¿Y qué hay de las pandemias neoliberalistas?
Del neoliberalismo político, económico y social, del que se desprenden los problemas, no solo en nuestro país sino en toda América Latina. Cuando el propio PAPA Francisco lo ha criticado y por ello también ha sido presa de críticas de los conservadores, dentro de la curia romana y desde los Estados Unidos. Si a cristo lo crucificaron y al papa le piden su dimisión por apoyar y defender a los no privilegiados, ¿qué podemos esperar los que denunciamos los sacrificios de un pueblo sometido por los gobiernos prianistas, de forma brutal?
La crisis en Latinoamérica se está cosechando lo que sembraron por décadas gobiernos neoliberales. Así coinciden expertos de Colombia en salud, economía y política internacional, porque destruyeron empleo, calidad de vida y los sistemas de salud pública, después de años de recortes presupuestales, déficit de médicos, camas y unidades de cuidados intensivos, entre otros, lo que mereció un desmantelamiento que terminó por impactar en la actual emergencia por el coronavirus. Por ello, Celia Iriart, doctora en salud colectiva y profesora emérita de salud poblacional de la Universidad de Nuevo México, dijo a Proceso, que la pandemia ha desnudado la crudeza de las reformas neoliberales, por desarticular los sistemas de salud pública, dando preeminencia a la privada, organizada para el lucro y no para el bienestar de la población.
Por citar algunos datos he de comentar que, de acuerdo con la OMS, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo) y la Asociación Latinoamericana de Sistemas Privados de Salud (ALAMI), tienen ahora más peso. América Latina gasta 7.3% de su PIB en salud, pero solo la tercera parte es para salud pública. La misma ALAMI indica que en México el 48% de los gastos en salud desde 2016 han sido privados. Lo anterior ha ralentizado los servicios de salud pública, afectando el bienestar sanitario de la
población. Todavía recordamos los cascarones que dejaron los ex presidentes Calderón y Peña Nieto en obra negra de varios supuestos hospitales.
TU ESPACIO DE PODER te saluda y aconseja cuidarse mucho, en tanto la situación general no logre un equilibrio en los servicios de salud pública y la economía.