Después del confinamiento, mascotas podrían presentar depresión

Toluca, Méx.- Después de cinco meses en confinamiento obligatorio, los trabajadores fueron enviados a casa para continuar con sus labores a distancia. Esto obligó al resguardo domiciliario y convivir más tiempo con sus mascotas, que anteriormente estaban solas en casa la mayor parte del día. Sin embargo, con el retorno a las actividades estos animales pueden presentar estrés y depresión al volver a sentirse solos en el hogar.
Durante todos estos meses, las mascotas tuvieron mayor contacto con sus dueños pues a través del teletrabajo se pudo continuar con las actividades laborales sin exponer a los trabajadores al exterior. Por esta razón, gatos y perros se convirtieron en acompañantes en casa.
No obstante, al tener mayor contacto con sus dueños, las mascotas consolidaron más el vínculo con su familia. Dadas estas circunstancias y el retorno a oficinas, son las mascotas las que más podrían resentir la ausencia.
Expertos aseguraron que al ser animales de costumbre retornar a la soledad podría ocasionar estrés y depresión, sobre todo para las mascotas que habitan en departamentos o condominios porque son espacios más cerrados.
Edwin Gutiérrez, veterinario, indicó que si no hay una adecuada adaptación de las mascotas podría afectar su apetito, bajas de salud y enfermedades. Recomendó que la separación sea paulatina con lapsos de tiempo solos o que compartan tiempo con otras mascotas para que sus hábitos vuelvan a la normalidad.
Leonardo Segura, dueño de cuatro perros, indicó que desde que inició la pandemia en marzo pasado sus hijos se resguardaron en su casa. Durante tres meses seguidos las mascotas estuvieron en contacto con los mismos, pasaban casi todo el día juntos, se distraían y se mantenían activos, sin embargo, se acostumbraron a la presencia y el contacto que en el momento que regresaron a sus oficinas, las mascotas resintieron la ausencia.
Pero, ¿Cómo preparar a los perros?, lo primero que se debe hacer es acostumbrar a estas mascotas a entender que sus amos no estarán en casa, pero que regresarán eventualmente.
Para esto es también necesario hacer que se modifique su atención hacia las señales que realizan las personas día a día al salir.
Es decir, si antes de salir del hogar el dueño saca sus llaves y su chamarra, se debe hacer esto de forma esporádica, pero quedándose dentro de casa. Así, el animal no asociará la partida con estos gestos y sonidos.
Una vez que se acostumbre a esto, se deberá salir de casa sin avisarle, ni despedirse para regresar unos minutos después. Si este ejercicio se puede realizar varias veces al día, su efectividad será mejor.