“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender” Plutarco
- Pedro Eric Fuentes López
- 18 agosto, 2020
- Columnas
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Mucho revuelo se ha desatado con las reacciones sobre la reapertura de espacios para ejercitarse, desde aquellos que inciden en al ámbito público y/o abierto, así como en los particulares y tal parece que en este sentido tendremos mucha tela de donde cortar durante mucho tiempo más. Pero hoy quiero hacer una pequeña reflexión, sobre todo para estar en el mismo Valle. Como bien sabemos la estrategia una vez iniciado el confinamiento fue tener prácticas y desarrollo de habilidades físicas desde casa incluyendo “rutinas” donde se incluyera todo lo que se tenía al alcance en casa. La idea resultaba incluso atractiva porque para muchos no habría gasto de mensualidad y en cambio se podría aprovechar cualquier espacio del domicilio, porque para mover el “bote” solo basta quererlo y si se hace conforme un seguimiento y un toque de locura, pues que mejor. Pasadas las semanas el pretexto ideal de hacer activación física, ejercicio o mantenimiento personal, transitaba a desembocar en un síntoma de hartazgo, fastidio, presión y hasta por otros momentos alejarse de dichas actividades que englobaba ya una cuestión de tristeza, ansiedad, y otras, por ello la condición de mantenerse “entrenando” era, es y será un conjunto con la mente: ¡también se entrena la mente!
Vaya manera de hacerlo, la combinación de ejercitar músculo y materia es la mejor condición del ser activo y la que da esperanza y evita, altamente, tragedias familiares, vicios socio-dependientes, violencia, entre otras. Bajo este rubro hubo quienes siguieron al pie de la letra la instrucción de evitar a toda costa exponerse y exponer a su núcleo y aguataron vara, en cambio están aquellos que abusando de su larga y expedita evolución (ajá) salían a torear al monstruo de quién sabe cuántas cabezas tenga este virus, pero lo hacían y lo siguen haciendo y eso es más riesgoso. Hoy por hoy se trata de consolidar los mecanismos de defensa a partir de educación, cultura, salud y deporte, pero para que esto surta efecto debe inyectarse una buena dosis de fe y esperanza y claro que existe, solo es cuestión de esperar un poco más y así como señalo líneas arriba de que la combinación de entrenamiento dual es vital, a eso hay que sumarle la buena voluntad y cuidado intensivo.
El deporte en México corre como si fuera un gas en la bacinica, de pronto emergen quién sabe de dónde los eruditos en la materia y se creen santos y divinos, y sueltan letanías de que no existe mayor riesgo que el que corremos (ptm) ¿cómo lo hacen??? aaaaah y dan consejos, tienden la camita con planes, proyectos y programas fantasmas y hasta operan una red de distribución de lecturas por redes sociales para que se les crea y “fundamenten” su operandis; adicionalmente están quienes confabulan para que todo se crea y se note caótico y aprovechando el momento se vean acrecentadas sus arcas…también aparecen aquellos personajes que se aprovechan de ciertas debilidades y solamente pululan y aparecen como sanguijuelas.
Cierto es que vivimos y atravesamos una complejidad jamás siquiera imaginada, pero hoy en día ante la eventual reinserción al sector productivo, con la reapertura de espacios culturales, restaurantes, de diversión y esparcimiento, los deportivos cobran mayor importancia en estos momentos, desde el tema personal amateur hasta llegar al profesionalismo. Acá nadie estamos exentos de nada, pero si podemos enarbolar un progreso individual y colectivo que impacte en beneficio de la sociedad. Sigamos en medida de lo posible ejercitándonos como mejor nos plazca y alcance, con poco o con todo pero haciéndolo en aras de mejorar, si tú eres de los miles de afortunados de contar con tu membresía y acudir a sudar la gota gorda hazlo bajo el total y rotundo mensaje de cuidarte por ti y por todos, en cambio, si tú eres de los miles de miles que lo hacen desde casa, continua con ese esfuerzo, esmero y dedicación y reinventa el escenario, recuerda que dos piedras o ladrillos llegan a ser una portería, un soporte, una base, etcétera. Y a quienes son parte de los malos augurios, pesimistas, detractores y criticones de todo y de nada, la mejor manera de evitar eso y más, es activándote física y mental constante.
Pásenla bien!!!