Salud y bienestar mental, necesarios para mitigar problemas familiares por el Covid
- Laura Velásquez Ramírez
- 16 junio, 2020
- Estado de México
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Toluca, Méx.- De acuerdo con la Organización Mundial de la salud (OMS), estar sanos no significa no tener ninguna enfermedad, de hecho, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Emiliana Rodríguez Morales, Socia fundadora y Directora de Educación de AtentaMente Consultores A. C., confirmó que la salud mental es un estado de bienestar emocional en donde el individuo es consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y es capaz de contribuir en su comunidad.
Tras la pandemia por el Covid-19, reconoció que se vive una crisis de salud mental, aunque algunos han tenido la oportunidad de mantenerse sanos al igual que sus familias, se ha sufrido la angustia, incertidumbre, miedo a contagiarse, aunado a los retos que se avecinan a nivel social y económico en el mundo. Para mitigar los efectos nocivos de esta crisis en términos de salud mental y promover ésta última, es necesario enfocarse en promover y cultivar el bienestar de las niñas y niños.
La experta, indicó que culturalmente se tiende a pesar que cuando todo está materialmente bien, si no hay enfermedades y se posee trabajo, se piensa a que todo está en orden, que no hay ninguna frustración, sin embargo, esto es erróneo, porque hay gente considerada como exitosa y amada con graves problemas de estrés, que no solo puede dañar a ellos mismos sino a otros. No obstante, hay personas en las que lo material, la salud física y la estabilidad moral como emocional no está presente, pero en situaciones de crisis pueden mantener la calma y tienen la capacidad de impulso que los motiva a seguir adelante, este tipo de personas tienen bienestar emocional, es decir, que cuentan con las herramientas internas que les permiten ser resilientes, recuperarse de la adversidad y permiten “florecer como seres humanos”.
Comentó que la definición de bienestar emocional es parecida a la de salud mental, es la capacidad que permite a la persona conectarse con el mundo y salir avante de las dificultades. Este tipo de bienestar, consideró que debe ser trabajado desde la primera infancia.
Ante esto, destacó que en los primeros años de vida se desarrollan y construyen los cimientos de la personalidad, son las capacidades que permiten al futuro ciudadano tener una base de bienestar emocional, las que promueven el autocontrol, regulación de las emociones, orientación a un propósito, la no dispersión y la sociabilidad, por ello, consideró indispensable el desarrollo socioemocional en esta etapa de la vida, sobre todo en tiempos tan críticos como los que actualmente se atraviesan.
Mencionó que la corteza prefrontal se desarrolla desde los primeros años de vida, está situada para autorregularse y si no hay alguien mayor que ayude a desarrollar las alternativas de sobrevivencia a situaciones reales, el niño puede obstaculizarse y generar estrés tóxico. Por lo tanto, por cuenta propia hay que aprender a calmarse y autorregularse, en este paso, los padres tienen que apoyar a los niños a desarrollar esa autorregulación.
Sin embargo, si el adulto por las dificultades de la vida acrecentadas por el estrés, angustia, miedo e incertidumbre que se viven por la pandemia, transmite el mismo estrés al niño, se contagia el estado emocional y esto, provoca la desregulación que en nada abona a la superación de problemáticas.