EL ORO TRANSPARENTE, UNA VERDADERA MINA DE ORO
- Sergio Garza Gutiérrez
- 7 mayo, 2020
- Columnas
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En nuestra nación existen muchas mafias muy poderosas, muchas mentiras que de tanto decirlas se convierten en verdades, de cosas que nos hacen creer y que realmente no existen motivo para tenerlas en cuenta en la importancia que muchas ocasiones se les da a favor de algunos cuantos.
Dentro de las cifras en las que más vamos a la alza, así como en la cifra de empleos informales que ya llegamos a un 58 por ciento, en ser el número uno en consumo de refrescos en el mundo, de ser el segundo más con más muertes por gordura y demás enfermedades que conllevan el estar “llenito” como le quieren decir aquellos que no hablan como se debe, además del aumento exponencial el creación de cárteles a nivel mundial, en uno de los temas que para nada somos “orgullosamente el número uno”, es en el consumo de agua embotellada.
Este es un verdadero negociazo, ya que la venden como si fuera prodigiosa, como si estuviera “bendita” dijeran los idiotas curas, y esto se da por varios Tabúes que nos hacen pensar, dentro de ellos la cultura de este consumo que nos hace ver como personas “más civilizadas”, personas con cierto estándar social que no sirve de nada, por información que de la misma forma no se tiene fundamento de que esté mal el también llamado sector hídrico o sea el sistema de agua potable, son de los factores que nos hacen cada día comprar por lo menos una “botellita” de simple, vil y común agua, que claro está afecta a la economía de los mexicanos de una forma exponencial y que bueno acarrea para acabarla de amolar daños colaterales, por llamarles con una palabra que se encuentra de moda, como lo es el desecho de millones de botellas de plástico, que eso si contamina alarmantemente a la población, mucho más que el atrevernos a tomarnos un vaso de agua del grifo de la llave de nuestros hogares.
De esta mafia de la que estoy hablando, el ochenta y dos por ciento de toda el agua embotellada que se consume en México, pertenece a ellas, una empresa francesa y dos gringas que venden desde una botellita de algunos mililitros hasta los garrafones de veinte litros, ellos son los ganones y los líderes en el mercado, que además de estar vendiendo refrescos, venden simple y llanamente H2O
Afirma la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que se cuenta con un abasto en nuestra nación de Agua Potable de más de un noventa y dos por ciento en todo el territorio nacional el cual llega a un noventa y cinco punto cinco por ciento en las zonas urbanas y a un ochenta y uno punto cinco por ciento en las zonas rurales, mismos que se ha demostrado que la calidad de la misma es potable, o sea es bebible.
En promedio en una familia que cuenta con estos en la cabeza, con el que el agua potable solo sirve para bañarse y lavar los trastes y la ropa, compran en promedio dos garrafones de veinte litros y uno de diez a la semana, o sea cincuenta litros de agua embotellada cada ocho días, y en promedio, cada litro de esta agua cuesta alrededor de dos pesos y claro además falta el pagar el suministro de agua que solo se usa para aseo y lavar.
Según los que analizan cifras, en México en promedio se tomaron el año pasado de agua embotellada ciento sesenta y tres litros y medio por persona, cifra que solo se obtuvo de la compra en tiendas de autoservicios y centros comerciales, falta el analizar la que se vende en negocios de comida, imagínese el dineral, y de que esta agua es la que consumen por lo menos el ochenta y un por ciento de los mexicanos, como si la economía nos diera este lujo absurdo.
Asimismo, tomando estas cifras y el promedio de miseria que se vive en cuestiones económicas en México, se destina entre el cinco el diez por ciento del salario en el consumo de agua embotellada, llegando en algunos casos hasta en un veinte por ciento, o sea una quinta parte de lo que se gana por trabajo en un hogar.
Todo esto es un negocio bastante lucrativo, ya que se estima que para finales de este dos mil quince, o sea dentro de casi medio año, se van a embolsar las empresas que abren los grifos y llenan los botellones y botellitas, alrededor de trece mil millones de dólares solo en nuestro jodido y lacerado país.
Y esto va en aumento, ya que se especula que habrá igualmente al final del año un consumo más del cuatro por ciento con respecto al dos mil diecinueve, y esto sin que exista ningún tipo de estudio serio que demuestre que la calidad del agua tanto del grifo de una casa como el de la embotellada sea diferente, no hay estudios que demuestren que sí se tiene razón al respecto.
Lo que realmente se debería de tener en cuenta y para poderse quitar esta idea de que el agua embotellada es casi casi “bendita”, y mejor invertir en un simple filtro, hay desde hechos de cerámica, otros de piedras y carbones, de ozono, en fin, el comprar uno de ellos es muchísimo más barato que el seguir pagando como borregos lo que nos quieren hacer sentir que es lo que debemos de hacer.
Los sistema hidráulicos afirman que la llegada del vital líquido a cada hogar, garantiza que el agua sea potable, pero hasta ahí termina su responsabilidad, valdría la pena de que cada hogar dé mantenimiento a su tubería, o que le mezcle una mínima dosis de cloro u otro antibacterial y punto, dejar de estar creando este dispendio de botellitas y botellotas, claro, esta solo es mi opinión; “HASTA AQUÍ MIS LINEAS…
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