“No me duelen los actos de la gente mala…me duele la indiferencia de la gente buena”. Martín Luther King
- Pedro Eric Fuentes López
- 25 febrero, 2020
- Columnas
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Por desgracia, cada vez son más elocuentes los vergonzosos actos de violencia en nuestro país, desde cualquier índole, pero lo que estamos atravesando recientemente con los homicidios o feminicidios, supera cualquier imaginación y lo más grave es que la realidad nos tiene presa y con un toque de temor elevado. Es sumamente difícil creer cómo es posible que la maldad se haya apoderado de varios, quienes en su afán de sobrevivencia no hacen más que daño, laceran cada sueño y despojan de ilusión a la población. Es inconcebible notar y ser testigos de la vulnerabilidad en la que ha caído cada sector de la población respirando temor y sintiendo angustia. Lo peor del caso es que parece no tiene fin y arrasa con todo lo que se ponga enfrente. Lamentablemente durante los últimos días se han presentado múltiples actos de violencia sin que haya alguien o algo que ponga un freno inmediato, llevándonos al terreno de tener que cuidarnos unos a otros y de manera directa.
Para acabarla de rematar, la cultura deportiva también se ha visto envuelta de casos de discriminación, intolerancia, agresiones, inequidad y otros, por lo que creo categóricamente que hay que tratar de erradicar todo esto desde la educación en casa y en las instituciones porque el deporte es cosa de todos. Es por ello que recordé y volví a releer el estudio sobre Violencia contra Niños y Niñas que ha hecho la Organización de las Naciones Unidas, donde de forma contundente señala que: […la protección frente a la violencia desde la niñez genera un impacto sostenido y de largo plazo en la reducción de todas las formas de violencia en la sociedad, además de evitar en lo inmediato las secuelas sociales y de salud para niños, niñas y adolescentes…]
En dicho estudio quedo demostrado que el tridente del deporte, la recreación y la cultura física no solo contribuyen al buen estado físico, sino también al bienestar mental y a la interacción social de los niños, niñas y adolescentes. Por ello, sigo insistiendo en que a partir de estas aristas se pueda hacer un frente común y mejorar en todos los sectores. Es cierto, sé que también es difícil pero no imposible, que nos ha ganado de alguna u otra forma la malaria idea de aquellos desadaptados que están perdidos en su limbo, pero la cruzada debe ser a tope, no solo se trata de defensa de las mujeres, niños, niñas, jóvenes, es para todos! Queda claro que a partir de una sana convivencia, con re categorización de valores, de igualdad de oportunidades se cuente con un modelo efectivo en prevención de la violencia desde esos ejes centrales orientados para fortalecer la reconstrucción del tejido social, así como la consolidación de una cultura de Paz que incida directamente en toda la población, en toda!
Sin embargo también tengo que ser claridoso cuando sé que debe existir una combinación efectiva de los órdenes gubernamentales para que se lleven a cabo los mecanismos, movilizando, incluso, todos los recursos necesarios y disponibles en atenciones prioritarias basadas en el esquema universal de respeto y garantía de los derechos y libertades humanas más fundamentales.
Pásenla bien!!!