RESTANDO DÍAS
- Jimena Bañuelos
- 10 diciembre, 2019
- Columnas
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Todo llega y todo pasa. Muchos esperaban el magnífico puente de la Constitución y la Inmaculada para disfrutar de los días libres haciendo compras, viajando o decorando la casa con el tradicional Belén o árbol de Navidad. La verdad es que la cuenta atrás ha comenzado. En unos días quince días estaremos en plenas celebraciones pero quien sabe si además en España tendremos un Gobierno. No sé si ese es el regalo que los españoles esperan, pero al menos, es lo que se necesita; aunque es cierto que no todo vale. Las negociones comenzaron nada más saber el resultado electoral, pero será esta semana cuando el Rey, previsiblemente, encargue a Pedro Sánchez la formación de Gobierno. De momento, las matemáticas no cuadran y si lo hacen aún se desconoce el precio que tienen los pactos. El líder socialista se apoya en Podemos y en quienes no celebraron el día de la Constitución. Obviamente, esto no gusta a la ciudadanía… El tiempo nos dirá que sucederá pero si no hay acuerdo, ya se oye hablar de una nueva convocatoria electoral…
A Papa Noel y a los Reyes Magos hay que pedirles todo menos unas nuevas elecciones. La situación española necesita un Gobierno que tome las riendas y se ponga a trabajar, porque aunque estos días todo lo envuelve el espíritu de la Navidad cargado de ilusión y buenos deseos, la realidad nos espera en cuanto estrenemos el nuevo calendario. Por cierto, también estamos en la cuenta atrás para dar la bienvenida al 2020. En fin, endulcemos esta incertidumbre con unos buenos turrones, mazapanes, polvorones… porque quién sabe cómo será “el Gordo” de la Lotería de este año.
Y hablando de premios y del premio por excelencia del año, me conformo con gritar la palabra “Gol” viendo jugar al Atleti. En el fútbol es algo fundamental, pero parece que en esta temporada los de Simeone quieren batir el record de empates. No sé si es el ansia o no, pero desde luego la afición necesita ver como los suyos saben meter el balón entre los tres palos. No es tan difícil, y no es mucho pedir, digo yo. Todavía hay tiempo para cambiar, para acabar con la “transición”, la cual, solo puede ir a mejor, porque si no, en pleno invierno, el ambiente va a estar muy calentito en el Metropolitano y nadie echará de menos la calefacción… Confiemos, o mejor dicho, “no dejemos de creer” que todo es posible. Soñemos mientras vemos cómo la realidad va cambiando porque, precisamente, el cambio goleador es el mejor propósito de Año Nuevo que pueden tener los de Simeone.
Hasta que nos comamos las tradicionales uvas viendo el reloj de la Puerta del Sol de Madrid quedan muchos días. Hasta ese momento exprimamos lo que nos queda de año. Cumplamos las promesas que hicimos en enero. A mí me queda más de una por cumplir, pero aún estoy a tiempo. Tiempo es, precisamente, lo que necesitan nuestros políticos para ponerse manos a la obra, porque si todavía tenían cuentas pendientes con los españoles, después de dos campañas electorales… no me lo puedo ni imaginar… Ahí lo dejo.