Disminuye el consumo de ceras mexicanas

Toluca, Méx.- De acuerdo con una encuesta realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el Día de Muertos es la tradición más importante para los mexicanos, ya que sólo el 26.4 por ciento de ellos no se suma a esta conmemoración. Según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los mexicanos gastan un total de 934.55 pesos, en promedio, para colocar su ofrenda, en la que incluyen velas, veladoras o ceras para dar luz al camino de las almas de los fieles difuntos, según la tradición mexicana.
A pesar de que la temporada del 1 y 2 de noviembre es de las más esperadas en el año por el momento significativo en honor a los fieles difuntos, productores artesanales de cera de la comunidad de Santa Cruz Atzcapotzaltongo se mostraron preocupados ante las bajas ventas que se presentan.
Al respecto, el artesano, Cirilo Araujo Martínez dedicado desde hace 40 años a la elaboración de ceras indicó que la falta de apoyo por parte de los tres órdenes de gobierno es solo uno de los múltiples factores que han hecho que tanto la producción como la venta de ceras haya disminuido de manera alarmante.
En entrevista, el productor indicó que a pesar de que el gobierno del estado y municipios dicen que apoyan a las micro, pequeñas y medianas empresas, los artesanos dedicados a la fabricación de ceras de esta comunidad no reciben ningún apoyo ni para la adquisición de materia prima ni de mantenimiento de sus talleres, hecho que se refleja en las condiciones en las que laboran.
Por un lado, es la falta de apoyos a este sector y otro es el aumento en los precios de la materia prima, acción que lo que los ha obligado a elevar sus precios, los cuales perjudican los ingresos, esto en comparación con los productos de la competencia en los centros comerciales, ya que a pesar de que el producto no tiene la misma calidad ni el mismo tiempo de duración, por ello, la gente opta por economizar y comprar en estos establecimientos.
En este contexto, Araujo Martínez, lamentó que la tradición de instalar la ofrenda en los hogares se esté viendo modificada y reducido a solo la gente adulta, la cual es la que sigue con la costumbre anual, ya que en el caso de los jóvenes, en su mayoría no poseen la costumbre.