POLÍTICA AMBIENTAL
- Luis Eduardo Mejia Pedrero
- 29 julio, 2019
- Columnas
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La semana pasada tuve el agrado de asistir al Foro para la Restauración de los ríos Tejalpa y Verdiguel en el municipio de Toluca, organizado por la Ingeniera Irma Rodríguez Albarrán, Primera Regidora del Ayuntamiento de la capital mexiquense, realizado en el Salón de Cabildos del Palacio Municipal.
La exposición en su parte técnica estuvo a cargo de investigadores de la Unidad Académica Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), alternando con datos relevantes proporcionados por la regidora a fin de resaltar la crisis hídrica en la que nos encontramos sobre todo en lo referente a la calidad del agua, misma que registra niveles alarmantes que pueden generar problemas a la salud.
La primera etapa del estudio dirigido por la UAM, fue la caracterización fisiográfica de las cuencas a partir de las herramientas de un sistema de información geográfica, un modelo digital de terreno y datos censales del 2010 obtenidos del INEGI. De dicho análisis y recorridos de campo resultó la identificación de 94 descargas de agua residual puntuales al río Verdiguel provenientes de asentamientos ubicados en las márgenes de dicho cauce, así como de 76 ubicadas en las riberas del río Tejalpa. Debe de aclararse que la contaminación de estos afluentes del río Lerma reciben su carga de contaminantes de sus corrientes tributarias que drenan las cuencas de los municipios de Almoloya de Juárez, Toluca y Zinacantepec.
Para atender la contaminación y realizar el tratamiento de las aguas residuales, el Dr. Juan José Santiago Santibañez propuso el uso de bambú ubicados en humedales creados exprofeso, con la ventaja de que esta planta además de capturar los contaminantes presentes en el agua, servirá para detonar la economía de las localidades donde se ubiquen toda vez que puede ser utilizada para la fabricación de mobiliario, ornato y otros objetos, destacando su dureza, pues este material era utilizado por los Aztecas para la fabricación de sus escudos de guerra denominados chimallis.
Por su parte, el Dr. Leonardo Traversoni Domínguez, presentó una propuesta ya muy aterrizada para tratar las aguas residuales utilizando la cavitación inducida, método que luego de veinte años de investigaciones ya es factible de ser utilizado con costos competitivos, además de tener una eficiencia comparable con los sistemas de lodos activados pero con la ventaja de un menor consumo de energía eléctrica además de ser eficaces en la remoción de químicos y hormonas provenientes de los medicamentos, además de la nula generación de lodos.
Lo notable son los costos, que según cifras del Dr. Traversoni, están en función del tamaño de la planta de tratamiento y el rango va de 0.80 a $3.0 el metro cúbico de agua residual tratada, logrando el cumplimiento satisfactoria de la NOM-003-SEMARNAT-1996.
Sin duda que la propuesta de uso de la cavitación para el tratamiento de aguas residuales es incipiente pero vale la pena dar apertura a esta opción e incorporarla a la cartera de proyectos de los municipios.
PIENSA GLOBALMENTE, ACTÚA LOCALMENTE
¿Cómo desechas los medicamentos caducos? ¿Los tiras al WC o lavabo? No contamines más el agua. Lo recomendable es destruir las cápsulas o pastillas rompiéndolas o pulverizándolas, no dejarlas enteras pues pueden ser utilizadas por falsificadores de medicamentos. Tales desechos deben de ir en la basura inorgánica. Los medicamentos sobrantes aun vigentes los puedes donar a dispensarios o instituciones de ayuda humanitaria.
Reciban un abrazo de su amigo, Luis Eduardo Mejía Pedrero. Comentarios al correo [email protected] Instagram mejiapedrero Twitter @cuencalerma o por Facebook.