Tormenta paraliza municipios del oriente de la entidad
- Eduardo Muñoz
- 26 julio, 2019
- Municipios
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La Paz, Méx.- La tormenta que se abatió ayer sobre el oriente de la zona metropolitana paralizó prácticamente las actividades sociales, así como la movilidad de miles de personas que se dirigían o regresaban de su trabajo o escuela.
Así, la calzada Ignacio Zaragoza, desde el Metro Guelatao hasta el puente de La Concordia tuvo tirantes de aguas negras de hasta un metro de altura, lo que paralizó el tránsito vehicular, ya que innumerables automóviles quedaron varados, mientras que decenas de personas tuvieron que caminar peligrosamente con líquidos fétidos hasta las rodillas.
En el Metro Santa Martha, los transportes que circulan cotidianamente hacia Ixtapaluca, Chalco, Valle de Chalco, Chicoloapan o San Miguel Teotongo, en la alcaldía de Iztapalapa, no pudieron entrar o salir del paradero debido a que el acceso principal por la carretera México-Texcoco se inundó completamente, y en algunos lugares alcanzó hasta un metro de altura.
Esta situación, de suyo preocupante, provocó que miles de personas que regresaban a sus hogares desde la capital de la República tuvieran que caminar varios kilómetros hasta encontrar transporte, ya que el paradero Santa Martha fue cerrado por completo durante varias horas.
En la entrada a la Ciudad de México por el puente de La Concordia, jóvenes temerarios se dedicaron a interrumpir arbitrariamente el tráfico proveniente de la México-Texcoco para permitir el acceso “pirata” de microbuses y camiones al paradero Santa Martha, lo que en diversas ocasiones estuvo a punto de originar un accidente.
En Nezahualcóyotl, como ocurre desde hace 30 años, volvió a inundarse la avenida Vicente Villada y las calles colaterales, mientras que el centro de La Paz se tornó una “laguna de oxidación”, debido a que la basura de los múltiples tianguis impide una circulación adecuada de los drenes.
Por fortuna la Línea A del Metro, que corre de Pantitlán a La Paz, no se vio interrumpida como en meses anteriores, cuando la inundación obstruía el viaje de los trenes entre la estación Guelatao y la terminal La Paz.
En Chalco, la lona que cubre el patio del palacio municipal se vino abajo, provocando un estruendo que generó pánico entre empleados y transeúntes, y mojando por completo la exposición temporal de artesanías.