¿Cuántas veces al día nos parecemos a AMLO?
- Julián Chávez Trueba
- 17 julio, 2019
- Columnas
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Bien dicen por ahí que “lo que te choca, te checa”, y es totalmente verdad. En el caso concreto de las pasadas elecciones presidenciales mexicanas votó más de la mitad de la población por AMLO y existen algunos que habiendo votado por él, ahora se arrepienten de su voto y lo critican amargamente. ¿Por qué será esto?
Primero se debe entender que AMLO, representa justamente a las personas que son así como él mismo se refleja: necio (al empezar proyectos sin escuchar todas las adversidades), asfixiante (cuando se coloca detrás de cada Secretario de Estado supervisando todo), intolerante (al mencionar que quien comenta algo en contra de él, está en contra del desarrollo nacional), “quedabien” (porque en el sur se compromete a hacer cosas contrarias a las que se comprometió en el norte), mentiroso (al haber dicho que los militares no iban a salir a las calles), cree tener la verdad absoluta (al negar los datos de homicidios) y con desconocimiento toma decisiones (al pretender cerrar las minas porque sí, al cerrar el aeropuerto sin pensar en la pérdida económica y al empezar proyectos sin la planeación adecuada).
Lamentablemente, este tipo de personas somos la mayoría en México, esto nos lleva a pensar que este tipo de comportamiento lo tenemos con cierto arraigo desde el seno familiar.
Cuando en casa el niño pregunta ¿Por qué? y la mamá responde ¡Porque no!, o ¡Porque lo digo yo! O cuando en el trabajo a punto de terminar una presentación se escucha una voz que dice ¡Así ya déjalo, total ni lo van a leer completo! O cada vez que hablamos de problemas económicos nacionales y terminamos nuestro argumento con un ¡todo estaría mejor si el dólar estuviera a 3.5 pesos como antes del 94!
Estamos llenos de prejuicios de autoridad, pensando que somos infalibles y que el error nunca cabe en lo que platicamos. No estoy hablando de vivir llenos de inseguridades, sino de que aceptemos que hay gente que piensa diferente y que para tener la razón, deberemos emprender un camino hacia la verdad histórica y científica.
Muchos de nosotros pretendemos sostener argumentos que ya han sido demostrado como falsos o erróneos, por ello es imprescindible que antes de hablar de algún tema serio y complicado, es necesario haber leído algo de historia sobre el tema, porque aunque parezca trillado, la historia está llena de malos ejemplos que nos sirven para no andar por caminos falaces.
Por ello es indispensable leer, entender que existen datos en los que se debe cimentar una toma de decisión, que nos sirven para entender el entorno y aprender de él. Entender, que cada profesión tiene su rango de complejidad, que cada área del conocimiento es importante y tiene una vasta profundidad. Que a nadie se debe demeritar, más que por su falta de virtudes.
AMLO al hacer el aeropuerto en Santa Lucía, sin contar con un impacto ambiental y con un montón de amparos aún no resueltos, denota su intransigencia, derivada de ese machismo de hacer las cosas aunque estén mal, aunque a nadie convenga, aunque a nadie guste, solo por el hecho de ser poderoso y hacerlas porque sí. Denota su desconocimiento, porque piensa que hacer que pasen las cosas es un acto de voluntad presidencial, sin saber que el camino al éxito es un cúmulo de buenas decisiones, que para hacer que un proceso culmine, debió haber pasado por muchos procedimientos, que además fortalecen al producto final.
También hace pensar que existe un montón de gente así. Machista, pretendiendo hacer las cosas por sus pantalones, como caiga pero hacerlas; pensando que las políticas públicas son sólo política y que la economía es un invento neoliberal.