EL VALLE DEPORTIVO

La efervescente idea de practicar algún deporte nos lleva a insospechadas oportunidades por arropar una predilección, sin embargo, cuando encontramos el camino de una mejora en nuestro cuerpo, en nuestra mente y por ende en toda nuestra estructura, abrimos el horizonte para intentar cada día intervenir en otras áreas que requieren entrega, sacrificio, valor, pero sobre todo, mucha determinación. Las condiciones están ahí a la orden del día, lo mismo para hombres que para mujeres, solo es cuestión de adaptabilidad y encarar con ahínco nuevos retos que nos eleven a la siguiente fase. En varias ocasiones solo pasa por la etapa de intentarlo y llevarlo a cabo.

De hecho, hace muchos años un entrenador deportivo nos decía a varios mozuelos que soñábamos con los deportes, que quien practicaba uno podría desarrollar varios, muchos, y tomarle el gusto a la cultura de mente sana en cuerpo en sano. Más tardó en decirnos eso, cuando lo mismo era practicar y jugar por horas varias disciplinas que iban desde el clásico fucho hasta (en pocas ocasiones) el criquet y todo porque a unos primos míos les habían comprado un kit para “jugarlo”, lo mejor del caso es que, aun cuando no había más información que la existente en las enciclopedias y las láminas de las papelerías y una que otra ocasión de alguna transmisión de televisión, pudimos darle rienda suelta a la imaginación. Simplemente era sensacional poner especial énfasis en “jugar” sin esperar a que se nos diera algo económico a cambio de distraernos y aprender-aprendiendo.
Así pues y para abrir nuestro panorama a la práctica deportiva, en la televisión llegaba a “pasar” las luchas en patines, el mencionado criquet, pero a mí me atrapo en su momento el rugby. Sí, ese deporte que para mi gusto combinaba varias disciplinas y que era aguerrido desde principio a fin y que me hacía suponer que era para los más fuertes. La osada variante de estar atento en todo momento para mostrar habilidades intelectuales y matemáticas, destreza física y mental, así como una fortaleza y condición física, era elocuentes. Por su puesto que este flaquillo y más con mis canillitas, no tendría oportunidad de destacar. Con el paso de los años, la apertura y el acceso y la cada vez más aparición de las mujeres en este tipo de deportes atrajeron más miradas y por ende más seguidor y como consecuencia más practicantes logrando una expansión inusitada.
Cuando me decidí por esta profesión decante en estudiar un poco más de la esencia del rugby; que si en la Argentina, que si en Sudáfrica, que si en Australia, que si en México…era un tema claro de importación pero que, con su llegada e impacto tomó las riendas de brindar oportunidad de desarrollo en todas las edades y no restringir el privilegio de gozarlo a nadie! Eso me atrajo y después pasó el tema de su difusión y fue por aquella edición de la Olimpiada Nacional del 2010-2011 cuando lo viví más de cerca. Varones y féminas en busca de un sueño: ser los mejores en el campo de juego, pero mejores en la vida misma.
Hoy tengo el agrado de contar con un grupo de amistades que con el ejemplo en el terreno de juego y después en su diario vivir, promueven valores deportivos al más alto nivel, principios deportivos que son fundamentales para transformar por medio del deporte diversas situaciones absorbentes que nos agobian, dan coraje, producen estrés y otras. Y pasados los años sigo viendo, disfrutando y respetando cualquier actividad física por medio de la competencia sana, leal, estructurada y con el único fin de la amistad y hermandad. Así por ejemplo, está el caso en comento y donde un grupo de jóvenes, hombres y mujeres adquieren un compromiso como propio en la incansable búsqueda de acercar a la población a la sana convivencia, al desarrollo deportivo y algo más.
Quiero felicitar a mi amiga Lucero “Lú” Ávila y al equipo Rugby Club Axolot, escuadra de rugby femenil que con un año de vida ya ganaron su primer campeonato del circuito de desarrollo al igual que el representativo varonil, poniendo de manifiesto que la unidad y el compromiso deportivo son la mancuerna perfecta para erradicar situaciones insanas. Resalto la participación de ellas y ellos, porque son personas que trabajan; hombres y mujeres que con familia fomentan el espíritu del deporte, que habiendo participado en otras disciplinas buscan cada vez más fronteras para cruzarlas; enhorabuena y muchas felicidades, que vengan más ejemplos de esta naturaleza. Felicidades Lu!

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P.D. Feliz cumpleaños anticipado a mi querida Angye Peña!
Pásenla bien!!!