Los políticos no deben hacer definiciones históricas: Garciadiego
- Redacción
- 13 junio, 2019
- Estado de México
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Toluca, Méx.- Ni los políticos ni los académicos deben hacer definiciones históricas, porque la historia siempre está cambiando, afirmó Javier Garciadiego, miembro de El Colegio Nacional, investigador de El Colegio de México y especialista en la Revolución Mexicana.
El reconocido historiador propuso una visión crítica tanto del zapatismo como de Emiliano Zapata, en la que no quepa la perspectiva moral que se concentra en el asesinato del Caudillo del Sur y en el martirologio, más que en las contribuciones del movimiento a la Constitución de 1917, en particular al artículo 27.
En el primer conversatorio del laboratorio de ideas “Encuentros para el diálogo creativo” titulado “Mito y realidad de Emiliano Zapata”, el conferenciante cuestionó tanto la historia calendárica y broncínea como la amnesia histórica, e hizo un análisis detallado tanto del movimiento en sus diversas etapas, momentos, alcances y localización, como del mismo Zapata, con énfasis en sus orígenes sociales, el surgimiento de su liderazgo y sus enfrentamientos con Madero, Carranza, Obregón y otros líderes revolucionarios.
Con la charla del historiador dio inicio un esfuerzo de difusión del conocimiento y diálogo entre intelectuales muy reconocidos con la academia y el público, emprendido por EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., para animar la discusión de temas relevantes para el país y el estado.
Garciadiego propuso ver a Zapata en toda su complejidad y no solo a cien años de su muerte, sino a 140 de su nacimiento, al tiempo de advertir de que Zapata ha sido visto desde las perspectivas gubernamental y la de la izquierda, en las cuales ha habido coincidencias, pero también discrepancias.
Entre ellas mencionó la visión moral del caudillo y su movimiento, de un lado, y por la otra, las relativas a la importancia relativa que unos y otros dan a la Constitución de 1917 y al Plan de Ayala, en relación con las cuales dijo que su compromiso como historiador y académico es con la investigación y la difusión de la historia, al tiempo que rechazó aquellas perspectivas por equivocadas.
Al final de su charla señaló que Zapata es uno de los dos iconos mexicanos de reconocimiento internacional e insistió en la importancia del Plan de Ayala en la definición del texto del artículo 27 constitucional, aunque analizó con cuidado el periodo entre 1916 y 1919, en que el zapatismo se eclipsó ante el embate del resto de las fuerzas revolucionarias, sin poder convertirse en una fuerza nacional.
En otro apunte, el historiador dijo que está bien que el gobierno federal promueva la reflexión y el conocimiento histórico, pues hacía tiempo que el país no tenía un presidente interesado en las cuestionas históricas, pero corrigió la visión presidencial que pone en la misma bolsa a Madero y Zapata, omitiendo sus diferencias, a la vez que rechazó que el zapatismo haya sido un movimiento autárquico, ya que en realidad fue una parte sustantiva de la revolución.
La revolución sin zapatismo hubiera sido un movimiento norteño, clasemediero y predominantemente político; el zapatismo sin la revolución como un proceso nacional, hubiera sido solo una revolución campesina, añadió.
Los comentarios a la charla estuvieron a cargo de Regina Tapia Chávez, investigadora de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., y directora general del Archivo Nacional Agrario, quien expuso coincidencias y discrepancias con la exposición del conferenciante.
Por su parte, el presidente de la institución organizadora, César Camacho, agradeció la participación del conferenciante y la comentarista, destacó sus respectivos méritos y anunció como segundo conversatorio la charla que dará el destacado arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma el martes 16 de julio, también en Casa Toluca, la sede de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., en la capital del Estado de México.