SÓTANO UNO
- Raúl Mandujano Serrano
- 17 mayo, 2019
- Columnas
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Los pretextos detrás de la contingencia
Colofón.- El miedo como pretexto recaudatorio
Susurros: León y Manzur, felices
Raúl Mandujano Serrano. Periodista
Los pretextos detrás de la contingencia.- “Señor, el aire me castiga el ser. Detrás del aire hay monstruos que beben de mi sangre”, reza una estrofa del poema ¿qué haré con el miedo”, de la escritora y poeta Alejandra Pizarnik. A lo largo de la historia, reflexiona el hacedor de las cartas blasfemas del apóstol de las irreverencias, el mundo se ha convertido en un escenario de las profecías de Nostradamus y de otros seguidores de las presunciones Mayas. Y todos lo saben, el cambio climático no es una farsa.
Pero aclaremos dos conceptos: el cambio climático y el calentamiento global. Existe una importante diferencia, y es que el calentamiento global es la causa del cambio climático, es decir, el aumento de la temperatura del planeta provocado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad del ser humano, están provocando variaciones en el clima que de manera natural no se producirían.
Y es cierto que la Tierra ya se ha calentado y enfriado en otras ocasiones de forma natural, pero también no olvidemos que estos ciclos siempre habían sido mucho más lentos, necesitando millones de años, mientras que ahora y como consecuencia de la actividad humana, estamos alcanzando niveles que en otras épocas trajeron consigo extinciones en apenas doscientos años.
Es entonces evidente que esta contingencia ambiental tiene que ver con el calentamiento pero ¡ojo! aunque hallemos la respuesta en los pretextos como la falta de lluvia –al parecer la causa principal-, los incendios, las emisiones a la atmósfera por parte de la industria y el transporte público de pasajeros, las medidas para contrarrestar lo que hoy y durante algunos días más continuará, está enfocado en la verificación de automóviles particulares.
El miedo como pretexto recaudatorio
Mientras degusta de una suculenta orden de alitas de pollo bañadas en salsa casera de barbiquiu, acompañadas de una helada cerveza diseñada para sanear la sed ante los intensos calores, el constructor de los muros editoriales piensa que sería una bajeza que las autoridades de movilidad y del propio municipio de Toluca, utilizaran las condiciones climáticas para emprender una cacería en contra de los menos responsables de la situación ambiental.
En qué se basa el periodista? Bueno, no vemos en los centros de verificación autobuses de pasajeros, ni empresas cerradas como entes contaminadores en gran escala. Unos porque aducen que sin ellos cómo se movería la gente (y entonces hay que ser condescendientes), los otros porque de cerrar provocarían desempleo y entonces hay que ser condescendientes); y luego agréguele Usted una disminución presupuestal a los protectores de nuestros bosques que se han visto superados ante la oleada de incendios en los parques mexiquenses.
Pero habría que darle un escarmiento a alguien, y esos parecen ser los ciudadanos que aun cuando sus unidades no contaminan, cometieron el error de no verificar, no un año, varios, entonces hay que enterrarles el colmillo. Así se inicia una cruzada a favor del ambiente, construyendo ciudadanos responsables luego de perseguirlos como delincuentes. Es duro y sería lamentable.
Tendría que prohibirse la circulación por números de placas, por días, poco a poco, y no así porque aunque se recauda, no se soluciona el problema de la contaminación
Susurros: León y Manzur, felices
Susurran en pasillos de Isidro Fabela y Tollocan, que la arremetida contra los no verificadores les dejará buenas ganancias a esas 2 familias que se benefician de los arrastres y corralones. Hasta otro Sótano. Mi twiter @raulmanduj