A veces es mejor reaccionar sin reacción. Caster Semenya
- Pedro Eric Fuentes López
- 7 mayo, 2019
- Columnas
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Desde siempre y al menos desde que tengo uso de razón, en materia deportiva siempre ha existido una fuerte combinación de pensamientos y sentimientos en torno a la participación de las damas en el deporte. Frases mal empleadas de a poco van disminuyendo y se van alojando en el abismo del olvido. Pero existen momentos que no deben seguir pasando. Recuerdo que era muy común decir que una niña no debía jugar al futbol, menos al americano y otras actividades deportivas que implicaban roce y contacto, y si en cambio que tomaran sus muñecas Lili Ledy, su Horno Mágico, sus juegos de té , entre tantos, porque lo demás era para hombres…que osadía verdad? Cuánto absurdo había y existe…
Era común verlas querer jugar, competir y jugar en equipos mixtos, sanamente, sin complicaciones, solo por el gusto y placer de ejercer un derecho a la práctica deportiva, recreativa y de ejercicio y en todo caso, por la mágica condición de interactuar entre todos y con todos. Que años maravillosos. Ciertamente existían desde entonces las competencias por género y se respetaban y se aceptaba cualquier actividad física para compartir y generar un desarrollo psicomotriz de mejor calidad. No había si era menos o más fuerte, aunque obviamente había algunas chicas que se desarrollaban más rápido y por ende adquirían mayor habilidad y destreza para alguna disciplina y eran captadas para iniciar una aventura en el deporte y/o en el atletismo, sobre todo aquellas que por su fisonomía y lo que llamábamos “larga zancada” recorrían distancias en el menor tiempo posible y eso era suma de alta alegría compartida. Con el correr del padre cronos, llegaba la evidente transformación de niños y niñas. Ambos sufríamos esos cambios a tope, pero las damitas levantaban la mano en aras de querer tener su propio valor agregado ene l deporte. Vaya manera de consolidarlo a través del tiempo con sendos triunfos, medallas, campeonatos, etcétera. Nada era cómo para pensar si alguna de ellas en su organismo y con sus potentes cambios hormonales producía más sustancias que el resto. Quién iba a pensar eso? Si lo justo del deporte y la competencia es la sanidad con la que se debe enfrentar el reto por delante. Me cae que qué tiempos aquellos.
Y hoy me da un tremendo coraje ver como tratan a una inobjetable mujer que muestra poderío en su condición física y que en lo mental es más fuerte que muchos de nosotros, (bueno al menos de mi pero por mucho eh) dado que un absurdo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) le obligará y tal vez a más féminas que producen naturalmente altos índices de testosterona a medicarse o dejar de participar en eventos de sus especialidad o de plano competir como hombres. Claro! Me refiero a la sudafricana Caster Semenya, múltiple campeona mundial y olímpica, quien hoy es el vivo ejemplo de algo que no debería estar pasando por una reglamentación que, me parece, a toda costa maneja equivocada y dolorosamente en las características sexuales de las mujeres en el atletismo. Esta situación es a toda costa un síntoma claro de discriminación y hoy que esta el ojo del huracán en la atleta, sirva el escenario para dejar muy en claro que esas condiciones físicas naturales de quienes “sufren” del hiperandrogenismo, se debe entender que es una condición médica que, incluso, según varios estudios y autores, se estima tienen del 5% al 10% de las mujeres y que se caracteriza porque el cuerpo de la mujer segrega una cantidad superior a lo normal de andrógenos (hormona sexual masculina dentro de las cuales está la testosterona, androsterona y androtenediona). Las mujeres que “padecen” de esta condición suelen tener más vello corporal, mayor masa muscular y facciones masculinas. Más concretamente, la testosterona generada por las atletas hiperandrogenicas produce unos niveles de hemoglobina más altos y mayor musculatura, algo determinante para las carreras de media distancia, aquellas que cubren entre 800 y 3.000 metros.
Para dejar en el tintero estas líneas, me parece más que necesario hacer referencia sobre el tema en comento y más aún por lo que emitió en Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) que dicta: [“…manifestamos serias preocupaciones sobre la futura aplicación del reglamento acorde a esta condición…esta discriminación en necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas…”]
Así que ya las condiciones están otorgadas para erradicar todo mal concepto y brindarles un grado elevado de confianza, respaldo y valor agregado a su condición a todas las atletas del mundo, a aquellas niñas, jovencitas y mujeres que valientes hacen valer su categoría.
Pásenla bien!!!