Un fenómeno llamado Bernie Sanders

Las últimas semanas ha causado revuelo en los medios de comunicación el paso victorioso del Senador por el Estado de Vermont, Bernie Sanders, un personaje al cual ya habíamos analizado el año pasado en Trinchera Global, pero que hoy se encuentra nuevamente contendiendo por la candidatura demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos de América, un político que ha sido catalogado como un “outsider” (forastero) de su propio partido.
Bajo este tenor, “Sanders es un candidato insurgente porque solamente es miembro nominal del partido por el que compite pero, más importante, porque sus candidatura no fue bien recibida por el establishment de dicho partido. Sanders ha sostenido cargo electivo desde 1991 como independiente. Y aunque tiene caucus con los demócratas, siempre ha dejado en claro tanto a sus Estado de origen y los medios nacionales que él no es miembro del partido demócrata” (Dyck, Pearson-Merkowitz, & Coates, 2018, pág. 351). De lo anterior, se desprende que al no pertenecer a la cúpula partidista de los demócratas, la élite de dicho instituto lo considera un advenedizo y oportunista. No obstante, para amplios sectores populares que han acudido fervientemente a los centros de votación en los recientes caucus en Iowa, New Hampshire y Nevada, Bernie Sanders se erige como la opción ciudadana.
En este sentido, surge el cuestionamiento: ¿Cuál ha sido la clave para la penetración de la imagen e ideología de Sanders en el electorado demócrata?. A manera de respuesta, “Los partidarios de Sanders son una interesante mezcla de votantes. Aunque parecen estar clásicamente en el extremo izquierdo del partido demócrata (al igual que la oposición extraparlamentaria dentro del partido socialdemócrata alemán desde 1966-69, cuando los legisladores antinucleares, proambientales, pro elección y pro marxistas representaron a la izquierda del partido), estos votantes pueden ser ‘autoritarios’ por derecho propio” (Mather & Jefferson, 2016, pág. 1). Lo anterior, constituye una enseñanza para quienes no conocen la trayectoria de Bernie, ya que desde los años 60’s ha sido un incansable luchador social, un hombre que marchó junto con Martin Luther King en la lucha por la conquista de los derechos civiles y político de los afroamericanos.
Bajo esta óptica, Sanders fue alcalde durante los años más fuertes del comienzo del neoliberalismo de Ronald Reagan, llegando a ser también una voz crítica al interior del Senado norteamericano, bajo una perspectiva política que así como le ha causado adeptos, también le ha atraído detractores, convirtiéndose en el defensor paradigmático del socialismo democrático en los Estados Unidos, una ideología más cercana al marxismo posmoderno de Chomsky, Foucault y Habermas, que a la socialdemocracia británica de John Rawls, visión de gobierno que ha sido un nicho de oportunidad para los demócratas desde la época del Presidente Kennedy y hasta Barack Obama.
Siguiendo este orden de ideas, “[…] la campaña de Bernie Sanders es una ‘estrategia’ en respuesta a la crisis del capitalismo neoliberal, en otras palabras, es un intento por remediar las estructuras fallidas que han causado una creciente desigualdad en los ingresos de la ciudadanía norteamericana durante los últimos 40 años y que condujeron a la crisis financiera de 2007-8 y la subsecuente recesión” (Stranden Hoel, 2016, pág. 35). De lo anterior, se afirma que la visión política de Sanders desde las pasadas primarias para la elección presidencial en 2016 en las que compitió contra su homóloga partidista Hillary Clinton, ha adoptado una postura crítica que le ha encumbrado como el defensor de la cobertura médica universal y gratuita, de una política de tolerancia para grupos vulnerables como los migrantes, los afroamericanos, contra la política intervencionista de los Estados Unidos y para humanizar la economía de mercado norteamericana, algo que sin duda se vislumbra complicado, tal vez igual o más, que poder hacerle frente al día de hoy a un empoderado Donald Trump que bien podría lograr la reelección presidencial.
Twitter: @EdgarMaPe
Referencias:
Dyck, J., Pearson-Merkowitz, S., & Coates, M. (abril de 2018). Primary Distrust: Political Distrust and Support for the Insurgent Candidacies of Donald Trump and Bernie Sanders in the 2016 Primary. (A. P. Association, Ed.) Political Science & Politics, 51(2), 351-357.
Mather, R., & Jefferson, K. (mayo de 2016). The Authoritarian Voter? The Psychology and Values of Donald Trump and Bernie Sanders Support. Journal of Scientific Psychology, 1-8.
Stranden Hoel, N. (2016). Challenging Social Class in American Political Discourse. Bernie Sanders, Occupy Wall Street, and the New Discourse of Inequality. Oslo, Norway: University of Oslo.