Vamos por México, sentimientos encontrados

Es cierto que a la mayoría de os mexicanos que votamos en las últimas elecciones nos engañaron con las promesas de campaña, AMLO no ha cumplido con la primicia que tenía la cual era no permitir la corrupción, aunado a ello, estaba la reducción de la violencia y la baja en el precio de las gasolinas. Ok, pues no ha cumplido, no será la primera vez que un político no cumpla con lo prometido, pero ahora la gente voltea a ver la oposición política que existe en los otros partidos y también se decepciona.
PRI, PAN y PRD son partidos que los han querido ubicar en ideologías separadas, el primero de centro derecha, el segundo de derecha y el tercero de izquierda. Todo esto con los convencionalismos de que la derecha es conservadora y la izquierda es liberal; pero ¿saben una cosa? Esas ideologías ya están obsoletas.
Lo hemos visto ahora en muchos de los países de la vecindad. Bolsonaro, Trump y el propio AMLO se auto proclaman de izquierda, pegados al pueblo y liberales de pensamiento y eso no es cierto. Los tres coinciden en que las poblaciones originales son las que deben prevalecer, en el caso de AMLO y Bolsonaro la gente pobre o humilde, el pueblo; en el caso de Trump los primeros colonos, los blancos. Otra coincidencia es que los tres tienen nexos con empresas (compromisos). Eso significa que las candidaturas que se dicen de izquierda no tienen nada de izquierda, sino totalmente de derecha, es decir, ayudar y preferir a unos sobre otros.
Pues bien, las ideologías de los partidos no coinciden al cien como se les ha catalogado pero lo que sí es cierto es que toman rumbos distintos. Entonces eso de hacer coaliciones nos deja dos pregunta ¿no importa nuestra ideología sino ganar? O ¿la unión hace la fuerza?
Es decir, puedo dejar atrás mis ideales con tal de ganarle al gigante que representa AMLO, o se trata de una idea de unirnos por un rival en común.
No sé si quede claro la idea, pero esta coalición hace pensar si todos los partidos son iguales, con sus tintes y aristas que coinciden en un punto primordial que es mejorar nuestra sociedad, o si más claramente, los partidos coinciden en la detención del poder.
Es cierto que AMLO no ha tenido contrapesos políticos. Lo hemos mencionado en esta opinión, donde vemos que a falta de contrapesos políticos AMLO ha optado por un rival ubicado en los medios de comunicación. Sin embargo, es deseable que tales contrapesos no dejen sus ideales por concentrar el poder. Ese es el mal sabor de boca.
Es un llamado a la reflexión hacia los partidos PRI, PAN y PRD, que no han hecho perfiles con ideales, no han seguido sus propios principios, no ha generado bases nuevas y en general, todos han sido herméticos en otorgar poder a ciudadanos y se han alejado tanto de sus bases que incluso juntos, es posible que no venzan a quien, aunque sea en apariencia, ha salido de las bases de pueblo, con un corazón ciudadano legítimo.
Vamos por México se visualiza como la única forma que tiene la oposición electoralmente para hacerle frente a MORENA, que se ve difícil ganar y se puede perder, muy cierto, pero en tanto no exista un dirigente de algún partido, que se preocupe por ir dejando pasar la estafeta del poder (que al fin de cuentas, ese es la razón de la existencia de los partidos políticos), que no se preocupe por generar perfiles ciudadanos y que de manera institucional, siga sin aceptar culpas y logros por haber gobernado en el pasado, entonces nunca va a existir un ícono social.