La verdadera oposición

Durante todo el plazo que ha gobernado Andrés Manuel López Obrador ha sido bastante observado que de los partidos y actores políticos que se encontraban en una situación de oposición, simplemente no han demostrado la fortaleza necesaria para debatir al “tú por tú” la serie de acciones que a realizado AMLO.
El “cluster” de empresarios en un principio dijo que estarían en contra, incluso cuando se les pidió amablemente apoyar con la rifa y no, absolutamente nada, simplemente aceptaron algunos y otros no, pero no ha habido una trinchera por parte de la Coparmex. Por su parte los partidos políticos han sido muy sutiles en las voces que señalan los atropellos que ha realizado al 4T, pero ninguno de los actores políticos ha defendido públicamente una idea incuestionable o innegable.
En algún momento se pensó que este fenómeno se debía a que todos los dinosaurios políticos tienen mucha cola que le pisen y por eso se han callado las bocas; otra idea era que al final el PAN y sobre todo el PRI no tiene cara con qué presentarse ante sociedad y pedir apoyo, sobre todo porque pareciera que no ha pasado nada en sus spots, como olvidando con un discurso de “nos reorganizamos” pero siguen lanzado a sus mismos candidatos de siempre, sin comprender ni PAN ni PRI que hicieron el más grave error en cualquier relación: la pérdida de confianza. No entendieron y no han entendido que la culpa, si bien nadie se la quiere echar encima, es una poderosa aliada cuando por tu culpa se realizó el desarrollo de un país, cuando si hubo corrupción, se tenían proyectos estables y la atención a problemas prioritarios era un constante. Es decir, que han preferido pedir el olvido antes que el perdón, situación que ha beneficiado a MORENA.
Pero sin salirnos del tema, AMLO siempre ha utilizado algo para anclas sus dichos y ataques a favor de su simpatía. En algún momento fue Peña Nieto (mientras AMLO era oposición), Calderón (ahora que es presidente), la ONU (cuando se trata de falta de vacunas) o EEUU. (cuando no esta frente a cualquier presidente de esa nación).
Lo malo es que se visualiza un problema mayúsculo al haber dejado solo sin oposición a AMLO en el ejercicio fiscal y sobre todo, porque AMLO al no contar con nadie en el ring, empieza a girar los reflectores a agentes que poco tienen que ver en la política: la prensa.
Las últimas semanas y en especial en estos días, ha reproducido lo que se comenta del propio Andrés Manuel por parte de la prensa, particularmente sobre Brozo, Chumel Torres, y Loret de Mola, quienes obviamente han manifestado abiertamente su descontento con AMLO, sobre todo después de haber sido víctimas ya sea directa o indirectamente de él. Pero algunos más objetivos como López Dóriga, el Reforma o Carmen Aristegui, quienes también han sido objeto de descalificaciones por parte de AMLO por el hecho de criticar las formas de gobernar.
Lo grave del asunto es que ninguno de ellos ha sido embestido con un cargo de representación popular o en algún espacio en el servicio público, por lo que estamos en batallas disparejas entre el poder del Estado y particulares.
Claro que en contraparte tenemos al Chapucero y Campechaneando, donde el primero es un infórmate total y absolutamente vendido al gobierno y el segundo es simpatizante, pero que ninguno ha sido criticado, es más resultan ser invitados a las ruedas de prensa.
Pero lo preocupante del asunto es que sigue sin haber peso político que balancee la ecuación y que AMLO en busca de rivales y adversarios, empieza a declararle la guerra a los informantes.