El ABC de la hipocresía

¿Qué es peor? La hipocresía del expresidente Felipe Calderón y la de su esposa y excandidata presidencial, Margarita Ester Zavala Gómez del Campo para seguir en la escena pública hablando de justicia, de moral, de buenas prácticas y de todos los temas que pueden como si realmente tuvieran la autoridad para hacerlo, o la desmemoria de la sociedad mexicana para exigir justicia. Esto, a la luz de un tema que camina hacia el sendero del olvido, el incendio de la guardería ABC.
5 de junio de 2009, aproximadamente las 14:45 horas cuando ocurrió este doloroso incendio en Hermosillo, Sonora. La guardería era una instancia infantil privada que operaba bajo el modelo de subrogación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde una de las dueñas era Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, prima de la entonces primera dama, Margarita Zavala.
Como resultado de esta tragedia, fallecieron 49 menores; unos quemados, otros asfixiados y 106 heridos, muchos de ellos de gravedad. Los niños y niñas, tenían apenas entre 5 meses y 5 años de edad, Felipe Calderón era el presidente de México (2006-2012), Fernando Gómez-Mont, fungía como su secretario de Gobernación, José Eduardo Robinson Bours, Gobernador del Estado de Sonora (2003-2009), de quien no está de más mencionar está casado con otra prima de la Señora Margarita Zavala Gómez del Campo, Lourdes Laborín Gómez del Campo, dato que no debe pasarse por alto, volviendo a los implicados directos, también se encuentra Ernesto Gándara, alcalde de Hermosillo (2006-2009) y Daniel Karam, el entonces director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, quienes no sé si viven con la consciencia tranquila, pero lo hacen en total impunidad.
Lo que detonó este “escandalo” o reavivó el tema, fue la presentación del libro: “Diez años de derechos. Autobiografía jurisprudencial”, presentado por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, el pasado martes 22 de febrero, donde el ministro señaló: “Hoy puedo dar fe de una operación de Estado para proteger a la familia de la esposa [Margarita Zavala] del Presidente [Calderón], para proteger a los altos funcionarios públicos de ese Gobierno que hoy viene a hablar de Estado de Derecho y de autonomía, y de no sé cuántas cosas sin ninguna autoridad moral para decirlo”.
Muchos han criticado que el ministro Zaldívar haya tardado tanto tiempo en hablar del tema, pero que la falta de atención o desinterés haya sido mayor que el hecho en sí mismo, es distinto, ya que el ministro habló de este tema aun cuando Felipe Calderón era presidente y en el libro de Diego Enrique Osorno, publicado en 2012, “La Guerra de los Zetas”, también habla de este caso y cuenta como es que en 2010, el informe presentado por el ministro Zaldívar fue rechazado por la mayoría de los ministros, previo a que Fernando Gómez-Mont, el exsecretario de Gobernación, se reunió con ellos, y a quienes les hizo saber que si aprobaban el informe elaborado por el ministro Zaldívar, donde los funcionarios Juan Molinar Horcasitas, quien durante su gestión, entre 2006 y 2009, otorgó cientos de permisos a centros de cuidado infantil para que funcionaran con apoyos públicos y Daniel Karam, quien más tarde lo sustituyó en la Dirección General del Instituto Mexicano del Seguro Social, serían responsabilizados de la muerte de 49 niños por no instrumentar políticas públicas obligatorias que habrían evitado el siniestro. Lo cual era lo correcto.
A esto, vale la pena sumar testimonios de padres, quienes relatan que durante la investigación y elaboración del informe, algunos de los ministros y el entonces presidente de la Corte; Guillermo Ortiz Mayagoitia, estuvieron recibiendo a los dueños de la guardería, a los funcionarios involucrados pero no, a las madres y padres de las niñas y niños que perdieron la vida, lo cual se terminó dando a la fuerza, en un elevador, siendo tratados con bastante frialdad e indiferencia de acuerdo con Imanol Caneyada, autor de “49 cruces blancas”.
Como si no fuera suficiente la inexistencia de justicia y el manto de impunidad que cubrió a los responsables de la tragedia de la guardería ABC, el exgobernador, Eduardo Bours, se atrevió a declarar días después de ocurrido el hecho, que tenía la conciencia tranquila sobre su actuación como gobernador y por ello, dormía “como bebito”. Esto, es tener muy poca, pero muy poca vergüenza, una falta de sensibilidad ante el dolor que seguramente algunos padres, madres y familiares aun sienten al saber que a los menores los mató la indolencia y la mezquindad, ya que la prima de Margarita Zavala, no invirtió en salidas de emergencia, tampoco en detectores de humo ni en extintores, y aun con eso fue exonerada y el resto de la historia lo conocemos.
Hoy, no debemos conformarnos con pensar que la historia los va a juzgar, no, que sea el Estado. Un México gobernado por este tipo de gente ¿a qué puede aspirar? para aquellos que añoran el pasado…. ¿hablan del México en manos de este tipo de personas? pero no olvidemos que Margarita Zavala actualmente representa el Distrito 10 de la Cámara de Diputados Federal en la Ciudad de México. Dicho todo esto los invito a pensar ¿Qué es peor? La hipocresía del expresidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, o la desmemoria de la sociedad mexicana.