Esto es Guerra
- Julián Chávez Trueba
- 3 abril, 2019
- Columnas
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Con el gusto de saludarles, les comento que esta nota va dirigida a todos aquellos que han sido víctimas (cercanas) de algún delito doloso, -entiéndase robo, asalto y homicidio- que espero que no seamos la mayoría.
Recuerdo como si ya fuera un venerable anciano, que los delitos se escuchaban haberse recibido por los amigos de amigos lejanos, y que en muchos de los casos buscábamos la justificación con un, andaba en malos pasos, o un, esa zona es muy delictiva o ya al final un, estuvo en el lugar equivocado en el momento inadecuado, pero tales frases recordadas ya no son aplicables en nuestros días.
Ahora el delito se presenta en nuestra casa, en nuestro negocio, en nuestro trabajo y en nuestra persona; los delitos ya no son cosa ajena, es un mal que nos fastidia a todos y de todas las formas; si dejamos algo en el coche lo abren y se lo roban, si dejé algo en mi escritorio entró alguien y se lo llevó, si nos encontramos cobrando nuestra quincena en el transporte nos la quitan, y a pesar de lo que pensemos, de lo que hagamos o de cómo nos preparemos, la verdad es que si nos oponemos al robo podríamos hasta perder la vida.
El crimen está entre nosotros, con todas sus letras, con toda crueldad y de la peor manera. Aceptémoslo, todos estamos expuestos a recibir algún delito y no hay absolutamente nada que podamos hacer. Se los digo con conocimiento de causa, hace algunos meses reporté un robo, había cámaras, la laptop que me robaron tenía sensor de ubicación, información que otorgué a las autoridades, incluso comenté que daría alguna recompensa si la encontraban, pero no pasó nada, porque nuestros Ministerios Públicos, no son más que una figura decorativa que no resuelve más lo que algún otro funcionario pretende como prioritario, pero no dan solución social. Mejor que no existan, mejor que ese dinero se destine a procurar una mejor educación, a atender el problema de venta de drogas en las escuelas públicas de Toluca, que mejor lo ocupen para mejorar el espacio público, porque definitivamente no se percibe socialmente.
Y no sé por qué no hacen (hacemos) algo al respecto, si es muy fácil notarlo, no necesitas ser víctima para saberlo. Si algún día están por esos rumbos, dense una vuelta por esas cuevas mal llamadas emepe(s) y notarán de inmediato que las personas que ahí trabajan están mal utilizados, están comiendo, están riéndose -a sabiendas que quien necesita auxilio es porque algo le está perjudicando-, hay una o dos personas hasta el tope de trabajo, con policías auxiliares o ministeriales que no pueden acudir a todas las denuncias, todo lleno de papeles, sin un espacio digno, sin archivo, sin ventilación, sin iluminación, sin algún supervisor o sin alguna idea de la calidad en el servicio.
No digo que sea culpa de los empleados, incluso no es culpa del MP, sino de los altos funcionarios que no ven ahí un punto de necesidad extrema, que responden con un no puedo tener una policía en cada esquina, pero que no son capaces de detener a quienes venden droga, a quienes robaron un auto, o a quienes asesinan.
Es muy fácil darse cuenta, sólo vayan de curiosos hasta donde les permitan acercarse. Es vergonzoso ver como tratan a las víctimas, que lo único que quieren es un poco de justicia. Todos queremos justicia.
Esto es Guerra…sí, pero también Trueba, Medina, Esquivel, López, González… Protéjanse de la mejor manera que puedan sus recursos y sus fuerzas, después de eso, no habrá justicia, con mucha indignación se los aseguro.