EL VALLE DEPORTIVO
- Pedro Eric Fuentes López
- 3 agosto, 2021
- Columnas
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“Un atleta no puede correr con dinero en sus bolsillos. Debe correr con esperanza en su corazón y sueños en su cabeza”. Emile Zatopek.
Mucho se dice de que si hasta el momento es un buen resultado el concluir una participación olímpica en el cuarto sitio, o sea, fuera del cuadro de medallas, a tan solo un paso del podio, a otro de la gloria o del infierno; muchos han destrozado, criticado sin ton ni son, demeritando un trabajo que pocos conocen y que es muy fácil destruir; también están aquellos que en estricto apego al seguimiento de planes, proyectos, programas, trabajo individual y colectivo, procesos selectivos, entrenamientos, concentraciones, competencias, viajes, así como la consabida, determinante y frustrante pandemia, hacen una valoración técnico-deportivo que permite establecer un parámetro más allá de lo conseguido. Estos metodólogos, quienes en su andar aplican varios test y señalan a rajatabla dónde y con quiénes se pueden obtener medallas, la mayor parte del tiempo pasan tras bambalinas, sin embargo, en su trabajo se aplica el concepto de una planeación estratégica integral que reúne un numeral de personajes entorno al deporte, al deportista, a la familia, dirigentes y más, Cultura Física le llaman.
Justamente el viernes pasado cuando mi carnal el Tello me preguntó mi opinión acerca del tema en comento, le daba mis impresiones con base en un estudio y un análisis objetivo dejando de lado mi amor por mi patria y el deporte en general. Asumí con gallardía que, en mis años de cobertura de esta justa, en lo personal me parece que ha dejado mucho que desear y todos aquellos sueños, anhelos, esperanzas y otras, se quedan en el tintero y al margen de que se aplaude cualquier intento de adjudicarse un metal y que, al momento de no lograrlo, aunque quedes en 4° lugar no se sube al podio y no hay cosecha en el rubro de medallas; hasta el cierre de este Valle, México llevaba 3 bronces y se levantaba una esperanza de por lo menos aspirar a otras dos, entonces le decía que para mí más allá de fracaso, es una historia de pena ajena por todo lo que ha rodeado al deporte de alto rendimiento en nuestro territorio, como quiera que sea sería una cobardía no señalar que por supuesto que ha impactado el deterioro y manoseo del deporte, de la educación y de la misma cultura física porque las pruebas saltan a la vista: nunca será mejor una medalla a un cuarto lugar! Aclaro que coincidí con él cuando me dice que este sitio a nivel mundial si es para aplaudir. Aaaaaaah, dije, eso es distinto y discutible, porque los deportistas y/o atletas que se ganan su sitio representativo y acuden a la justa es porque refrendaron (algunos, ¿verdad?) que son los mejores del país en sus disciplinas, sin embargo, eso no quiere decir que sean del mundo, y ahí tienen que acudir con la misión de ganar. Me queda claro que cada integrante de esta delegación fue y está aún con la intención de colgarse un metal, pero la realidad es esta, la mafia del poder se ha apoderado de las entrañas del deporte, por consecuencia de las diversas disciplinas y el enriquecimiento de arcas propias afecta directamente y ¡conste! olvidémonos un poco de la pandemia que si bien es cierto también impactó, pues también lo hizo en todo el mundo y con lo demás deportistas que ha acudido y varios si han subido entre los tres lugares, incluso le dejé (a Tello) en el juego mental la pregunta de que si un atleta aspira a ganar una medalla olímpica o un medalla de campeonato mundial…con alta efervescencia me dijo que una de JJOO.
Excusas, dimes y diretes, explicaciones, verbos y adjetivos sobran en estos momentos. La realidad es en su dimensión tan grotesca como gigante; no digo que no se aplauda y hasta se celebre el hecho de llegar a finales y estar a centésimas de puntos o segundos de pasar a engrosar la lista de medallistas, pero de ahí a decir que es un resultado justo por donde se le vea, creo que pecaríamos de mucha bondad y no decir lo justo, no hay nada como la medalla, de hecho históricamente y esta de más decirlo, solo se mencionan a los ganadores del oro, plata y bronce, o sea, no hay un listado generalizado de los siguientes números comenzando por el 4°, pero vaya, cada quien su ilusión y espejismo, ahora mismo que escribo me confirman que el gobierno federal también dará un estímulo a los que terminaron en dicho sitio, o sea, ¿entonces ya no solo es la idea de ir, hacer el máximo para conseguir el metal, sino que si alcanza para el 4 pues está bien????
Lo del tricolor me parece de mucha burla y una vez más de realidades. No nos hagamos más bolas y comencemos a desahogar las consecuencias de un grito considerado homofóbico, de partidos cancheros y solo por recaudar más fondos para las arcas, de mini giras repletas de ansias de ganar, pero pocas de efectividad, de exigencias de promotores astutos en solicitar a las “estrellas” mexicanas para llenar estadios en USA, de pobres resultados (goles son amores dije alguna vez y me la agandallaron) y grandes decepciones. Lo bueno de esto como dijera Héctor Herrera: “no me quita el sueño lo que piensen los demás, total, siempre critican” pues a mí si me afecta y mucho, porque estando tan cerca de la gloria del triunfo en un tris cae el fondo del océano y te llenas de detractores que, justamente, esperan un tropiezo marca diablo para desalinear todo y a todos y no es así. Como haya sido y quienes hayan integrado el combinado de USA demostraron que la humildad y esfuerzo ante todo son marca registrada de éxito. Podemos validar esto tanto en el medallero olímpico como en esta ocasión, una vez más, en la Copa Oro.
Pásenla bien!!!