La historia de quien iba a ir a los Juegos Olímpicos 2020 Parte 2
- Julián Chávez Trueba
- 12 agosto, 2020
- Columnas
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Como algunos sabían, mi familia política y yo nos embarcamos en un viaje de placer y cultura con rumbo hacía Japón, para ver por primera vez y de primera mano, una justa olímpica.
Hace un año empezábamos este viacrucis rumbo a las olimpiadas. Lo primero era tratar de conseguir boletos para la inauguración.
Resulta que la única forma de conseguir los boletos, es a través de Catan Global, que es una empresa que se encarga de hacer paquetes turísticos y en esta ocasión, es la distribuidora oficial. Pidiendo información, nos comentaron que debíamos esperar la fecha para la apertura digital de la taquilla, no se podía adelantar absolutamente nada.
Obviamente el día de la venta de los boletos, se saturó la página y nos dimos cuenta todos los compradores, que Catan Global, había otorgado no más de 5 boletos por país, esto quiere decir, que los boletos para la inauguración, se adquirían mediante la compra de un “pase Gold”, que incluye toda una experiencia, con vuelo, hotel y olimpiadas, esto claro, a través de Catan Global. (Lo único malo es que nunca se estableció que así sería la venta)
Después de mucho insistir y combatir para solicitar unos boletos, meses después nos fueron otorgados sin previo aviso, nuestros asientos para un partido de futbol que solicitamos. En ese mismo momento, nos reunimos en familia y decidimos comprar los boletos de avión.
Mientras hacíamos planes para organizar el viaje, entre hoteles y lugares a visitar, nos llegó la información que los vuelos se habían cancelado; no había más que hacer, sólo aceptar nuestro dinero y aguantarse. Tratamos de cambiar los vuelos, de solicitar una solución más conveniente y después de varios días, nos cambiaron el vuelo, con la única diferencia del arribo a un aeropuerto diferente al que teníamos programado.
Bien, ahora los hoteles. Nos dimos cuenta, de que el hotel estaba carísimo en comparación con los precios de AirBnB, lo cual hizo que nos decidiéramos por esa opción. Pero ahora venía el problema del AirBnB, todas nuestras reservaciones empezaron a ser canceladas por los dueños de las casas. Al parecer no se habían dado cuenta de que los precios podían ser actualizados a uno superior, porque en esas fechas estaban programadas las olimpiadas. Total, que nos cancelaron más de 5 alojamientos diferentes, con la constante de que si no queríamos cancelar teníamos que pagar una diferencia como de 10 veces más el costo total del alojamiento.
Terminamos haciendo la reservación en un Hotel. Todo marchaba bien. Cada semana recibíamos información de que nuestro vuelo mejoraba ya sea de servicio y con menos escalas, hasta llegar a un vuelo directo. Ahora ya nada podía fallar, eso pensamos en febrero…
A mediados del mes de marzo, de este año, se anuncia que entramos en un periodo de confinamiento como medida precautoria para no contagiarnos de COVID-19, por tanto, peligraba nuestro viaje.
A nivel mundial, las Olimpiadas se tambaleaban. Algunos políticos internacionales y de Japón, comentaban que era una posibilidad aplazarlas, pero aún se veía muy lejos julio del mes de marzo. Pero todo fue avanzando poco a poco. Los países de Latinoamérica empezaron con problemas de saturación en hospitales, muertos en las calles, México con cifras alarmantes, Estados Unidos se convertía en centro de la pandemia. Europa se iba recuperando y China terminaba su confinamiento.
Un día de abril, nuestro AirBnB de Kyoto nos canceló sin costo y nos rembolsaron todo el dinero de manera sencilla. El viaje de pronto se quedaba sin pierna. Necesitábamos pensar en cancelarlo.
La presión de los atletas que no podían ejercitarse ni entrenar en todo el mundo pesó mucho más que las ganas de hacer las olimpiadas y en mayo las declararon pospuestas. Atletas de Canada, Esstados Unidos, Ingalterra, etc., aplaudieron la propuesta. De inmediato acudí a pedir informes con Catan Global y en un comunicado dijeron que todos los boletos en automático se trasladaban al siguiente año. Esto de entrada fue trágico para nosotros, pero se convertía en un buen argumento para pedir tanto al vuelo de ANA como al Hotel Sakura Cross Ueno Okachimachi que no nos cancelaran, sino que pospusieran también nuestras reservaciones.
La empresa y aplicación Expedia no se compromete a cambiar las condiciones de la reserva; en el caso concreto del vuelo de All Nihon Airways, no podían cancelarlo ni aplazarlo a menos de que la propia empresa que opera el viaje así lo decidiera, entonces estábamos a merced de ANA, que no aceptaba cambios a menos de que fuera en los próximos 30 días, es decir, habría que esperar para el mes de mayo.
El plazo llegó, llegó mayo y fue muy sencillo hacer la cancelación del vuelo de ANA, sin costo. Ahora no había marcha atrás, debíamos cancelar nuestra estancia en el Hotel, que conseguimos a través de Booking, pero resultó que Booking de la misma forma que Expedia, no se hace responsable de las políticas que tenga la empresa operaria, por lo que, si Sakura Cross Ueno no tiene cancelación sin costo, no podíamos recibir nuestro dinero por causa de este confinamiento y por causa de las Olimpiadas que se cancelaron.
La verdad, se complicó demasiado la cancelación del Hotel, por una parte Booking dando seguimiento y atado de manos; por la otra nosotros hablando con la Embajada de México en Japón quienes muy amablemente nos asistieron y condujeron a la Agencia Internacional de Problemas de Consumidor Internacional, donde también, he de decirlo, los burócratas japoneses fueron muy amables pero sin poder dar solución.
Llegó el día de nuestra reservación, el 21 de julio del 2020, ya no había más que hacer, solo aceptar que nos regresaran un 30% del total de la reservación, lo demás era penalización. Sin embargo, por el día 25 de julio, se juntaron varias cosas. El Sr. Tonazaki de Booking Japón, nos dio una clave para poder hacer la cancelación sin costo, debíamos de contar con un aviso del Gobierno de Japón sobre la no aceptación de extranjeros por COVID. El Lic. Raúl y la Vicecónsul nos brindaron una atención excepcional, en cuanto estuvo disponible el aviso nos lo hicieron saber y fue entonces que, con posterioridad a la fecha de reservación, nos pudieron completamente nuestro dinero, es decir, una cancelación sin penalización.
Mi felicitación al personal de nuestra Embajada en Japón, a Kokuzai e Internacional Custumer Affairs de Japón, (que tienen una Profeco para extranjeros) y a Booking que, si bien pudieron lavarse las manos, buscaron la forma de dar solución, incluso con posterioridad a la reservación.
Hotel Sakura Cross, albergó a turistas de todo el mundo varados en Tokyo, tienen políticas estrictas, pero también aceptaron esta situación en favor de nosotros y en general de sus clientes.
Esperemos que no se cancelen las Olimpiadas, para que desde allá les pueda transmitir lo que se viva en esos momentos; esperemos que el mundo esté más sano y preparado, además de que si algún lector tuvo o tiene intención de viajar para el siguiente año, sin duda en esta redacción estaremos gustosos de ampliar esta conversación y otorgarles toda la información que recabamos así como nuestra experiencia, alguien más nos ayudó y podemos ayudar a los demás.
Saludos y fin.