La historia de quien iba a ir a los Juegos Olímpicos 2020 Parte 1
- Julián Chávez Trueba
- 5 agosto, 2020
- Columnas
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Como algunos sabían, mi familia política y yo nos embarcamos en un viaje de placer y cultura con rumbo hacía Japón, para ver por primera vez y de primera mano, una justa olímpica.
Hace un año empezábamos este viacrucis rumbo a las olimpiadas. Lo primero era tratar de conseguir boletos para la inauguración.
Resulta que la única forma de conseguir los boletos, es a través de Catan Global, que es una empresa que se encarga de hacer paquetes turísticos y en esta ocasión, es la distribuidora oficial. Pidiendo información, nos comentaron que debíamos esperar la fecha para la apertura digital de la taquilla, no se podía adelantar absolutamente nada.
Obviamente el día de la venta de los boletos, se saturó la página y nos dimos cuenta todos los compradores, que Catan Global, había otorgado no más de 5 boletos por país, esto quiere decir, que los boletos para la inauguración, se adquirían mediante la compra de un “pase Gold”, que incluye toda una experiencia, con vuelo, hotel y olimpiadas, esto claro, a través de Catan Global. (Lo único malo es que nunca se estableció que así sería la venta)
Después de mucho insistir y combatir para solicitar unos boletos, meses después nos fueron otorgados sin previo aviso, nuestros asientos para un partido de futbol que solicitamos. En ese mismo momento, nos reunimos en familia y decidimos comprar los boletos de avión.
Mientras hacíamos planes para organizar el viaje, entre hoteles y lugares a visitar, nos llegó la información que los vuelos se habían cancelado; no había más que hacer, sólo aceptar nuestro dinero y aguantarse. Tratamos de cambiar los vuelos, de solicitar una solución más conveniente y después de varios días, nos cambiaron el vuelo, con la única diferencia del arribo a un aeropuerto diferente al que teníamos programado.
Bien, ahora los hoteles. Nos dimos cuenta, de que el hotel estaba carísimo en comparación con los precios de AirBnB, lo cual hizo que nos decidiéramos por esa opción. Pero ahora venía el problema del AirBnB, todas nuestras reservaciones empezaron a ser canceladas por los dueños de las casas. Al parecer no se habían dado cuenta de que los precios podían ser actualizados a uno superior, porque en esas fechas estaban programadas las olimpiadas. Total, que nos cancelaron más de 5 alojamientos diferentes, con la constante de que si no queríamos cancelar teníamos que pagar una diferencia como de 10 veces más el costo total del alojamiento.
Terminamos haciendo la reservación en un Hotel. Todo marchaba bien. Cada semana recibíamos información de que nuestro vuelo mejoraba ya sea de servicio y con menos escalas, hasta llegar a un vuelo directo. Ahora ya nada podía fallar, eso pensamos en febrero…