LA UAEM CONFIRMA EN LOS DOCENTES SU COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD: ALFREDO BARRERA

A razón de los dichosos tiempos del COVID, la situación en la vida de las personas ha cambiado drásticamente, y cito drástica en el sentido de que de un día para otro tuvimos que aprender a seguir evolucionando ayudados de la tecnología actual, y que muchos ni siquiera sabíamos que existía, pero que al final de cuentas ha sido de utilidad en lo que cabe.
Hace algunos días se celebró el día del docente, del maestro, del verdadero magíster, de aquel tiene que tiene la vocación, el sacerdocio y el ejercicio de compartir conocimientos, experiencias y sabiduría a sus estudiantes.
Hay que recordar y hago dicho paréntesis de que fue en el año de 1918 cuando se instituye dicha fecha para celebrar a aquellos que germinan en los otros el amor de saber, de prepararse y de seguir adelante para formarse, para forjarse a si mismos y claro está a la sociedad, fue en gobierno del presidente Venustiano Carranza Garza, y eso ya hace ciento dos años, y a la fecha sigue siendo un verdadero reconocimiento a todos aquellos docentes, bien lo decía Franklin: “No hay inversión que pague mayor interés como la del conocimiento”.
Al respecto claro está de forma virtual hizo un relevante y verdadero conocimiento a todos los maestros universitarios el Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México el Doctor Alfredo Barrera Baca en el sentido de que la UAEM celebra, reconoce y agradece la vocación de servicio universitario de nuestros profesores, gracias por confirmar cada día el compromiso y la responsabilidad humana de ésa Casa Máxima de Estudios mexiquense.
Afirma de la misma manera de que las duras circunstancias que se enfrentan, urgen a expresar nuestros afectos para reconocer nuestra vulnerabilidad y atender el llamado del otro, y aun en la distancia, mantener y reforzar nuestros lazos personales, renovar nuestros compromisos y agradecimientos, por ello en la celebración de hace algunos días del Día del Maestro ha sido de los más difíciles de nuestra historia, nuestra comunidad valora y agradece la vocación, la responsabilidad y el honroso cumplimiento de la labor docente universitaria.
La Universidad Autónoma del Estado de México reconoce cada día la entrega que los docentes de nuestra casa de estudios, ya que se empeñan en el presente y futuro de la sociedad mexiquense, una fecha y celebración como ésta es siempre un llamado a la reflexión, a una meditación que renueve nuestros votos vocacionales, porque a diferencia de otros oficios humanos, el quehacer del docente se funde con la vida misma, abarca por momentos atraviesa la totalidad de nuestra existencia.
Asimismo manifestó textualmente: Nuestra labor se distingue de cualquier otro oficio humano en que la realización ética, el florecimiento pleno de nuestra vocación radica, o mejor dicho, coincide o como se expresa con el crecimiento del otro, aquí en formarnos con dedicación y esmero.
Tenemos como misión esencial, ampliar el horizonte de posibilidades vitales y existenciales de los estudiantes, no solo sus habilidades técnicas sino sus potencialidades humanas, éticas, la grandeza de las aspiraciones de nuestros alumnos se corresponden con la más plena realización de nuestra profesión, el éxito personal y profesional de los universitarios es proporcional a nuestro triunfo ético, porque ahí radica la profundidad humana de nuestro oficio.
Reconoce igualmente el Rector Alfredo Barrera Baca que el docente universitario enseña a hacer y pensar libremente, es decir, a vivir una vida libre de contradicciones éticas, racionales y morales, aprendemos gracias a ustedes a construir una vida auténtica, buena, por encima o más allá de ambiciones egoístas o estrechas, aprendemos a dialogar y entendemos ese profundo sentido de la amistad como búsqueda de la realización del otro.
La intensidad del diálogo de los maestros dice el filósofo francés George Steiner: “Genera amistad en el sentido más elevado de la palabra, porque se trata de un diálogo que siembra amistad en la realidad”.
Los docentes universitarios nos ensenan a buscar el conocimiento como una defensa contra la ignorancia, y ante la creciente tecnificación de la educación nuestra esperanza se forja en la firme convicción por formar sujetos personalmente íntegros.
Aprendemos en las aulas universitarias a tutelar la curiosidad como la virtud que anima el espíritu científico de la historia, pues no son menos saberes los que forman el carácter universitario y nuestra misión de servicio social, sino el llamado a la reforma, la innovación y la trascendencia lo que motiva al docente en el aula.
Con toda sinceridad el Rector Alfredo Barrera Baca literalmente dijo: “Gracias a los 7 mil 942 docentes de la Universidad Autónoma del Estado de México, por mantener en movimiento a nuestra comunidad a través de su labor no solo en los salones de clases, sino en el campo, en los laboratorios, talleres, clínicas, en los múltiples escenarios académicos y deportivos, en los proyectos y programas de extensión, en el trabajo tutorial y de desarrollo curricular, gracias a todos ustedes maestros, artistas, pensadores, hombres y mujeres de ciencia, por mantener nuestra universidad viva, por enseñarnos a buscar la verdad, por educarnos en el espíritu que nace del amor por la patria, la ciencia y el trabajo”.
Hizo una interrogante al respecto: Planteo una pregunta que debemos responder como comunidad, cual es el mayor reto educativo de nuestro tiempo?, casi de manera inmediata día a día que se impone ante nosotros la necesidad de formar universitarios capaces de ver con el otro, en unidad de su entrono, de solidarizarse con su comunidad y asumir su libertad de criterio con responsabilidad y honradez.
En medio de una sociedad científica y tecnológicamente desarrollada, pero aun no socialmente equitativa nuestro reto es fortalecer los vínculos humanos más importantes, los valores personales, vocacionales y profesionales del ser universitario, y el respeto, la dignidad y el conocimiento al servicio de la sociedad; HASTA AQUÍ MIS LINEAS…
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