EMERGENCIAS Y URGENCIAS 4

9 de enero de 2025

Sacerdote Daniel Valdez García 

 
Queridos hermanos y hermanas,
 
Con la temática de Emergencias y Urgencias, esta es la cuarta reflexión que presento a su consideración. Vamos a distinguir mejor entre Emergencias y Urgencias:
 
Una Emergencia es una situación abrupta que afecta la salud y pone en riesgo la vida del paciente de manera inmediata. Por otro lado, una Urgencia es una situación física o mental que no amenaza inmediatamente la vida del paciente ni hace peligrar algún órganos vitales, pero podría volverse crítica en el transcurso de unas horas.
 
Hoy, hablaremos sobre el protocolo para la atención de emergencias y urgencias. Este proceso abarca una serie de pasos para que el personal actúe correctamente ante situaciones de peligro, con el objetivo de brindar atención pronta y eficaz a quienes lo necesiten. La atención médica de primer contacto evalúa el estado de salud del paciente, realiza una intervención inicial y ofrece tratamiento o canalización si es necesario.
 
En estas reflexiones, conectamos narraciones bíblicas con conceptos clínicos mediante analogías. Resumimos brevemente:
 

  • El lunes reflexionamos sobre Mateo 4, 12-17 y 23-25, donde Jesús atiende emergencias espirituales y sana urgencias físicas.
  • El martes tratamos la urgencia de proporcionar alimento, resaltando la importancia de la solidaridad fraterna (Marcos 6, 34-44).
  • Ayer, leímos Marcos 6, 45-52, donde Jesús camina sobre las aguas y tranquiliza a sus discípulos que tenían la mente embotada.
     
    Hoy, consideramos el pasaje de Lucas 4, 14-22a: Jesús, impulsado por el Espíritu, regresa a Galilea, enseñando en las sinagogas, y su fama crece. Va a Nazaret, su lugar de crianza, y lee en la sinagoga el pasaje del profeta Isaías que anuncia salvación, curación y liberación. Él está cumpliendo exactamente con esto la memorable profecía de Isaías: anunciar a los pobres un alegre mensaje de salvación, proclamar la liberación a los cautivos y curar a los ciegos   (cf. Is 61, 1-9).. Con Él se inaugura, por eso, un Jubileo o Año Santo (cf. Lev 25, 10), un «año de gracia» que ya no tendrá fin.
     
    Este pasaje del evangelio presenta el programa de Jesús, que incluye la cura de enfermos y la liberación de cautivos. Es esencial que cualquier lugar que reciba mucha gente esté preparado para emergencias y urgencias, con rutas de evacuación, extintores, botiquines de primeros auxilios y personal capacitado en primeros auxilios y manejo de emergencias, no bastan los accesos a personas con capacidades diferentes.
     
     
    Durante este Jubileo Ordinario de 2025 y el Jubilo de nuestra arquidiócesis por sus 75 aniversario, tienen varias actividades, como peregrinaciones que requerirán preparación para emergencias y urgencias, incluido el requerimiento de una ambulancia, cuyos servicios están homologados en el 911. Es fundamental garantizar la integridad espiritual, física y mental de los feligreses que asisten. 
     
    Las templos y sus instalaciones deben contar con protocolos de prevención para manejar emergencias y urgencias, así como con el equipamiento esencial. Esto no es un gasto, sino una inversión en la protección de los más vulnerables, incluyendo a niños en catequesis, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidades. Dado que todos estamos en riesgo de desarrollar alguna discapacidad, ser proactivos es siempre lo mejor. 
     
    Amén, amén, Santísima Trinidad.