TURISMO Y PAZ
Sacerdote Daniel Valdez García1 de julio de 2024(PARTE V de XII)
- TURISMO FACTOR DE PAZ
El turismo es un importante factor de desarrollo que genera territorios de paz, facilitando la convivencia armónica, generando empleos, facilitando el ingreso de capital con menor inversión, facultando la solidaridad y la justicia, que son condiciones importantes para la paz en las comunidades[1].
El desarrollo turístico va de la mano del desarrollo de las comunidades, áreas y zonas turísticas, es directamente proporcional. El sector turismo es un panorama eminentemente positivo, aunque no deja de impactarlo fenómenos negativos como el terrorismo, la guerra, el narcotráfico, la lucha de grupos guerrilleros y paramilitares, lo cual ha hecho que lugares potencialmente turísticos tengan primero seguridad, desarrollo económico y social. Lo cual no impide que el turismo pueda ser una herramienta constructora de paz y consolidar territorios de paz.
Sin embargo, aunque el turismo es factor de paz también puede generar tensiones que reactiven el conflicto o se incremente la violencia por el uso inadecuado de los recursos, por el incremento o uso inadecuado de los deshechos, marginación de la población derivada de la exclusión propia de un turismo de élites.
Vamos a centrarnos en el turismo como factor de paz, convivencia y desarrollo integral.
Hay regiones que son víctimas de violencia por la falta de cohesión social, por no valorar su patrimonio y por estar en cierto modo aislados de la actual globalización cultural, social y económica. Las comunidades que conocen, valorar, aprecian y preservan su patrimonio desarrollan la identidad que les une y faculta para defender lo que son y lo que tienen. La seguridad es el principio fundamental de la comunidad porque al tener identidad hay defensa de sus valores, y eso les permite dinamizarse y proyectarse al interior de su nación, así como la internacionalización, pues la autenticidad es parte esencial de su identidad. Así el turismo viene a ser un potencializador racionalizado, planeado y programado de manera sustentable y sostenible, evitando el crecimiento irracional y desmedido que lleva al agotamiento de los recursos[2].
Las cadenas de valor del sector turismo favorecen la cohesión social, con la prestación de servicios, la compra-venta de bienes y la mercadotecnia basada en la marca personal, de tal manera que las actividades turísticas se relacionan de manera directa o indirecta con las cadenas de valor, por ejemplo, la pesca, las artesanías, la agricultura, el transporte, la hospitalidad, el esquí y muchas otras actividades que van tipificando los territorios turísticos y potencialidad, incluida la modalidad emergente y las megatendencias[3].
Paz y seguridad son los motores esencial del turismo sostenible. El turismo ha sido parte de las celebraciones de los años internacionales designados por la ONU en dos ocasiones anteriores: 1967 fue declarado Año Internacional del Turismo, pasaporte para la paz, y en 2002, Año Internacional del Ecoturismo, la clave para el desarrollo sostenible. Paz y turismo están estrechamente relacionados. En septiembre de 1979 la Asamblea General de la OMT decidió instituir el Día Mundial del Turismo a partir del año 1980, y el lema de ese primer año de celebración fue: “El turismo como factor de conservación y de fomento del legado cultural, de la paz y de la comprensión mutua”. Posteriormente, en otras seis ocasiones la paz ha formado parte de la temática del Día Mundial del Turismo. Por lo cual, podemos afirmar que el turismo sostenible está estrechamente vinculado a la convivencia armónica, a la seguridad y a la paz entre los visitante y lugareños.
[1] Yunis, E. (2011). El turismo como generador de equidad social. El turismo como inductor del desarrollo, de la inclusión social y de la integración regional – Tourism as an Inducer of Development, Social Inclusion and Regional Integration. Fortaleza: UNWTO.
[2] Jiménez, F. (2009). Hacia un paradigma pacífico: la paz neutra. Convergencia. Revista de Ciencias, 16, 141-189.
[3] Yunis, Ibidem.