Así como en la vida misma, también en el deporte, lo único que pido es que no haya etiquetas de mujer u hombre. Ruth Beitia.

Por años han ido sumando y cosechando triunfos, incluso, muy a menudo rebasando cualquier expectativa con relación a los objetivos, es más, en ocasiones tan colmados que hoy en día son sinónimo de fortaleza y pasión, de compromiso y entrega, de ejemplo superación, pero también debo ser claro cuando señalo que no son todas sino algunas, aquellas que rompen con los estereotipos, paradigmas, quienes no empañan, no lastiman, no violentan, no segregan, no agreden, y mucho menos se esconden en la atroz idea de confundir la libertad de expresión, pensamientos y sentimientos con argucias que denotan simplemente irreverencia y desencadenan desenfrenos inimaginables y sorpresivos que llegan a lastimar a muchas gente, incluida la familia y por ende a la sociedad. Pero la mejor forma de rendir fruto a la tan mentada y sonora inclusión y equidad, tiene tres vertientes. Primero, en casa; segundo en la escuela y, creo firmemente, en el deporte, porque es el conjunto de la estructura piramidal que otorga herramientas para la sana convivencia y hace que crezca el tejido social de mejor manera, no encapuchadas y ocultas, no con molotov en las manos, ni con gases o pinturas nocivas, y mucho menos en el anonimato que genera una cobarde valentía disfrazada de cruentas historias a cuestas.
Éstas y otras pseudo costumbres deben ir cambiando y derrumbándose por medio de esos 3 pilares que comento, y justo planteo el que nos compete ahora mismo y que debe darnos un claro ejemplo de lo que necesita el país y el deporte en general. La apertura y consolidación de proyectos, planes y programas que ayuden a promover y fomentar la cultura física y deporte, donde todos, hombres y mujeres pueden y deben hacerlo perfectamente en aras de un mejor panorama, tanto personal, familiar como en la sociedad misma. La incursión de las mujeres en el deporte debe ser un parteaguas de sana convivencia y competencia, no se trata sólo de admitir para para golpear o para manifestar debilidades, al contrario, se trata de una sinergia que redoblará esfuerzos en bien común y la clara muestra es el momento que ha ocurrido en el emparrillado nacional. Resulta que la Organización Estudiantil de Futbol Americano a través de su presidente Alfredo Trejo, señaló que en la ONEFA no existe ninguna restricción para incluir a una mujer en alguno de los equipos, por lo que, cuando los Pumas CU colocaron en su roster a la joven de 22 años de edad, Andrea Martínez, la registraron sin problemas, toda vez que, en principio es estudiante de la licenciatura en Derecho en la UNAM, situación que le permite ser registrada y elegible vía un formato que todas las universidades tienen.
En efecto, se trata del caso histórico que marca un precedente en el mundo del emparrillado nacional y que con esto se busca, no tan solo la inclusión sino la apertura y fortaleza de aquellas mujeres que buscan destacar en un deporte que ha sido considerado solo para varones, y debemos ser claros cuando a pesar de esto existen especialidades que se han abierto para que tengan actividad inherente, sin embargo, esta vez Andrea genera un antes y un después en el futbol americano del país, porque no solo fue registrada con el equipo felino, sino que ya debutó y lo hizo además consiguiendo punto extra cuando se disputaba el tercer cuarto, gracias a que el coach pidió el ingreso al engramado de Andrea después de un touchdown de los auriazules y le señaló que patearía buscando el punto extra. Así que Martínez con el jersey y su número 49, ejecutó de buena forma la patada y sumó el punto extra, por lo que fue ovacionada por el público presente, mientras que sus compañeros de equipo corrieron a felicitarla y con ello, Pumas CU venció por 21-14 a Borregos CEM en la segunda jornada de la Liga Mayor ONEFA. Por cierto, el siguiente compromiso de Pumas CU será ante Leones Anáhuac México Norte el sábado 24 de septiembre en la Cueva del León, donde Andrea buscará tener más oportunidades para seguir su carrera como pateadora.

Sea lo que sea y donde fuere, el tema es que no se trata de permitir sino de incluir y aspirar a mejores cosas, la realidad es netamente equilibrante a la capacidad de crear y forjar; hoy una vez más se abre la compuerta de la fe y esperanza del deporte por medio de la integración y no de la desunión, otra vez tiene que ser un referente distinto que enarbole las aspiraciones de cientos y quizás miles de niñas, jovencitas y adultas, que no solamente sueñan con la familia y un mejor mañana, sino de aquellas que miran a través del cristal deportivo como un ente de cambio real. Ayer, hoy, mañana y siempre, las deportistas ponen el dedo en la llaga y reafirman su potencial de superación física y mental constante.

El deporte sin machismo, da lo mejor de sí mismo. PLAYFEM.ES

Pásenla bien!!!