El fin de la luna de miel….

Las relaciones de pareja siempre son complicadas, al inicio todo es bonito, los acuerdos son más sencillos, las diferencias se arreglan sin mayor problema, las expectativas crecen y los planes a futuro se vuelven más ambiciosos, pero en el mundo moderno las formas de relacionarse se diversifican y ahora no son dos, pueden ser tres y a veces más, pero si en pareja la comunicación no siempre es fluida, para tres puede convertirse en un reto mayúsculo, sin embargo, existe quien decide correr el riesgo y apostar por un trio como el de Alejandro Moreno conocido como “Alito” (PRI), Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD), dirigentes de los partidos de oposición.
Muchos pensarán que no había necesidad, pero se equivocan, en esta relación hay algo más que necesidad, urgencia y mucha desesperación y aquí el resultado. En relaciones como esta, no los une el amor sino el espanto, como bien decía Jorge Luis Borges, pues, ¿Quién en su sano juicio pudo pensar que esta unión tan perversa entre partidos que de manera histórica (aparentemente) han sido opuestos podía funcionar?
“En política no hay amigos, solo intereses”, o por lo menos es lo que dicen y hoy, parece describir la realidad que viven PRI-PAN-PRD, pues el “encanto” les duró muy poco, los intereses cambian y alguien tenía que perder, aunque parece que fue ayer cuando todo era miel sobre hojuelas y los tres partidos anunciaban “unirse por el bien de México”, pero si realmente pensaran en el bien de México y de los ciudadanos, más valdría ser fieles a sus valores y principios partidistas, aquellos que seguramente mantuvieron un día.
El principal objetivo de esta coalición PRI-PAN-PRD, en aquel momento, era lograr la mayoría en la Cámara de Diputados que se renovó en 2021, y en la que el partido Morena es la mayor fuerza política en el Congreso, pero las promesas no siempre se cumplen y el vivieron felices tampoco, por lo que el pasado miércoles 7 de septiembre, el PAN y el PRD, anunciaron la suspensión temporal de la coalición legislativa y electoral “Va por México” que mantenían con el PRI, esto, después de la polémica desatada por la iniciativa de reforma constitucional presentada por la diputada del PRI; Yolanda de la Torre, de prorrogar hasta 2028 la presencia del Ejército en las calles, no obstante, la legisladora Cristina Ruiz, también del PRI, presentó una reserva para modificar el dictamen y diferir hasta el 2029, es decir, por 10 años, cabe señalar que la idea inicial era de 2019 a 2024.
A lo anterior, el dirigente del PAN y del PRD, recordaron que apenas en 2021 habían refrendado sus votos; esta coalición se comprometió y firmó frente a la sociedad civil una agenda electoral y legislativa para cuidar al país, la democracia, las instituciones, los equilibrios y al Instituto Nacional Electoral (INE), así como para evitar la militarización del país, esto último es lo que se le olvidó al PRI y abandonó a los otros dos, pues, la madrugada del pasado viernes, el Pleno del Senado aprobó en lo general y en lo particular el dictamen que reforma las leyes con las cuales la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumirá el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional. En resumen, los senadores dieron el sí al proyecto de AMLO.
Con base en las últimas encuestas sobre la sucesión presidencial publicadas por el diario “Reforma” el 1 de septiembre, el PRI y el PAN no cuentan con el respaldo suficiente para enfrentar a Morena, ya que en esta medición tiene una preferencia del 46% frente a 19% del blanquiazul y 17% del tricolor. Sin el PRI, el PAN y el PRD no son nada, aunque a estas alturas, ni juntos ni separados.
En la evaluación de los posibles candidatos presidenciales el panorama no es muy distinto. Las encuestas sitúan como los dos principales aspirantes en 2024 a los morenistas Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y al Canciller Marcelo Ebrard, muy por encima de los otros contendientes de su propio partido, por su parte, la oposición; gris y desdibujada.
Esta relación se detiene por alfileres, se habla de una separación momentánea aunque hay diferencias que son irreconciliables, el engaño y la traición ha envuelto a este trio, de continuar, las cosas no pintan bien, parece una relación demasiado tóxica, (desde el inicio lo era) y quien gana no es el PRI, ni el PAN, y mucho menos el PRD, sino Alejandro Moreno, un personaje cuya reputación esta por los suelos con acusaciones de desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, aunado a una serie de audios que dan cuenta de las peores prácticas de corrupción al “puro estilo del revolucionario institucional”, tanto Marko Cortés y Jesús Zambrano sabían quién era “Alito”, pero el interés los segó y “Alito” decidió dar la espalda a la coalición con tal de frenar las acusaciones en su contra, lo cual no deja de llamar la atención, quedando en entre dicho un posible arreglo ente el PRI y Morena (PRIMor) y aquí, no entro un tercero en discordia, sino un cuarto integrante que ha hecho tambalear la coalición.
Pero no todo está perdido, Alejandro Moreno puede volver y tanto PAN como PRD lo van a recibir, ya que existen relaciones donde “se decide estirar la liga” hasta donde sea posible, y aun con este tipo de traiciones y de engaños pueden seguir juntos, la desesperación es tanta que aguantar será la única opción, retomar la relación no será fácil pero ya lo dijo “Alito”: “ninguno de los tres tiene posibilidades de triunfo de manera independiente”. Su relación está en crisis, la luna de miel se terminó, y no queda más que aceptarse tal y como son.