A mitad de la semana Bien el ISSEMYM, pero…
- Julián Chávez Trueba
- 26 noviembre, 2025
- Columnas
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Por: Julián Chávez Trueba
Todos sabemos de las carencias estructurales que tiene el ISSEMYM: presupuesto ajustado (nunca es suficiente), la falta de cobertura, la saturación, la escasez de medicamentos, aquella intención de sumarlo al colectivo federal de hospitales (espero que nunca pase) y demás circunstancias que hacen de esta institución de seguridad social un verdadero milagro gubernamental, sostenido principalmente por su propia gente: los trabajadores que se fletan a diario, empezando por los médicos que hacen dobles turnos, rolan días, tratan con pacientes difíciles y familiares que no comprenden su labor; toda una vorágine de circunstancias de las cuales debemos estar orgullosos. Pero hay un punto que empieza a ser notorio: la carencia de empatía en la tramitología.
Tengo el caso cercano de un hermano que atraviesa una circunstancia adversa y tuvo que internar a su madre en el Centro Médico ISSEMYM en Tollocan, aquí en Toluca. Por ser una emergencia en aquel momento, tuvo que faltar a sus labores y atender de inmediato el padecimiento de su madre.
Sabemos que la Unidad de Trabajo Social hace la ardua labor de atender los trámites de los pacientes y, en efecto, lo han apoyado; sin embargo, mi hermano solicitó UNA PERMANENCIA, o algún documento que pudiera presentar en su unidad administrativa para justificar que el doctor encargado le pidió permanecer de guardia ante cualquier eventualidad. La respuesta que recibió fue que no existe ese trámite y que no se emite documento alguno al respecto. Situación muy alarmante, tomando en cuenta que, por una emergencia de un familiar directo, sin justificante, el trabajador podría enfrentar una baja laboral por faltas.
Me parece inaudito que el ISSEMYM no cuente con un trámite de estas características, pues se trata de una situación que debería ser natural atender, ya que lamentablemente nadie está exento de verse en una situación similar, en la que no haya más apoyo que el propio trabajador, quien, además, es el derechohabiente y tenga que desatender el trabajo para estar en guardia en el hospital.
Hago por este medio un llamado a las autoridades para que no solo establezcan un trámite burocrático evidentemente cotidiano, sino para que se llenen de empatía hacia las personas que sufren dos veces: por tener a un familiar en el hospital y por el riesgo de perder su trabajo.
Recordemos que el ISSEMYM se ha caracterizado por ser una institución muy humana, cercana a los derechohabientes, que cuenta con todos los aparatos para la atención, sobre todo de segundo nivel, y que ha crecido por el esfuerzo de todos. Así que no perdamos lo más valioso que tiene: el agradecimiento de quienes hemos tenido la fortuna de poner en manos de sus doctores y administrativos nuestra propia vida.





