EL VALLE DEPORTIVO

Pedro Eric Fuentes López

No es suficiente que hagamos nuestro mejor esfuerzo; a veces debemos hacer lo que se requiere. Winston Churchill

A menudo la icónica frase de que: “uno vuelve a donde fue feliz…” rompe toda proporción y surgen varias situaciones que desfavorecen la magia que lleva implícita. En momentos basta unos cuantos segundos para destrozar toda una imagen y hacer que arda otra que, ni siquiera contaba con una intención malévola y/o desalmada. Pero justo es cuando en fracción de segundos y minutos, todo puede pasar, incluso, a ser trágico y en el mejor de los casos, a ser parteaguas de un detente, de estar a tiempo, o simple y complejamente surcar un instante en este plano, para seguir adelante con lo que se tiene, con lo que se anhela y desea, así como la consabida parte de la fe y la buena obra, aunque en este último rubro, penosa y lamentablemente haya gente -inclusive- cercana a uno y/o hasta familiares que señalan, juzgan y sentencian, con férrea intención de dolo, sin recomponer el curso y más bien a la espera de esa fatídica caída para -dicen- librarse de un mal…

Alguna vez cuando entrevisté a Sergio Pérez, después de un extenuante Gran Premio de México, alguien le preguntó acerca de la relación con su padre y su respuesta fue categórica e impregnada de valores y ese grado de humildad que se necesita para ser. Dijo: “pues nada más es el hombre más importante de mi vida; sus errores -estaba en la política- son tropiezos y aprendizajes, pero no me corresponde juzgar, sino apoyar…” De esto, han pasado ya algunos años y con el correr del padre cronos cada situación se va colocando en la dimensión que le toca, porque a pesar de que la vida es caprichosa, tiene cimientos y validación de tiempo, con entrega y pasión, con lágrimas y risas, con crecimiento y desarrollo, así como fallas, yerros y hasta faltas pseudo graves, que más bien son altamente criticables por otros y quienes las emiten, solo esperan el resbalón para iniciar el ataque y cruelmente echar más leña al fuego, pero lo que tengo y debemos reconocer es que así como “Checo” que tiene la piel gruesa, en ocasiones hay un grado de debilidad que nos somete y transforma, sin embargo, la capacidad de salir adelante, levantarse y sacudirse el polvo, no es opción sino una obligación.

Y así ha sido esta historia, porque con el break que se tomó Pérez en el automovilismo, destacando que, después de unos 15 años en la Fórmula 1, necesitaba un respiro y recuperar la energía para lo que ha considerado su última etapa en este deporte, añadiendo que que es justamente ahora cuando tiene todas las ganas de volver, de trabajar con el equipo, de impulsarlo en todos los aspectos, incluso en el simulador, porque lo mejor del caso, es que se trata de un equipo nuevo, donde prácticamente se empieza de cero, sin que esto sea nada de nada, al contrario, con experiencia a cuestas, aplomo, gallardía y humildad que se necesita en cualquier ámbito de la vida. Y tal como suele pensarse que probablemente se pierde más de lo que se piensa, al ver y saber que la pasión por las carreras -en el caso en comento- entonces sí, es cuando sintió que todavía queda algo dentro y tenía que dar su resto, por lo que, Pérez correrá con Cadillac hasta marzo cuando la temporada 2026 de la Fórmula 1 de inicio con el Gran Premio de Australia.

Y acá la determinación de alguien que los últimos momentos que vivió con la escudería Red Bull fueron particularmente difíciles y que todo lo trascendido acabó con su motivación como piloto y repercutió en su entorno, al destacar que, al menos, los últimos seis meses en la institución austriaca fueron muy difíciles para él en todos los sentidos, porque llego a  sentir cierta desmotivación y otros males con el deporte , que en ocasiones pasaba por otros temas y que justamente eso uno mismo no se puede permitir que eso suceda porque la vida y en este caso el deporte, tienen fecha de caducidad.

Pásenla bien!!!