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Por Rocío Hernández Rogel
Siempre he creído que las palabras tienen poder, cuando las escribimos y cuando las pronunciamos más y más con la fuerza que las creemos.
En la vida siempre tendremos experiencias bonitas, pero también vamos a ir encontrando experiencias no tan agradables que nos incomoden, y esa incomodidad es donde podemos expandirnos, crecer, dar esos famosos saltos cuánticos de los que luego hablan, se convierten en oportunidades cuando logramos tener esa perspectiva.
Hablando de ese poder de palabras y obstáculos, aparecen las enfermedades, casi siempre nos han enseñado a darles una connotación negativa a ellas, nos ponen en circunstancias complejas, pero también comenzamos a decir que son “batallas” y que las personas somos: “guerreras” o “guerreros” de esas batallas en las que hay que luchar (o incluso no solo en las enfermedades, sino en cualquier prueba que nos ponga la vida).
En el marco de el “día internacional de la lucha contra el cáncer de mama”, leélo nuevamente…¿encontraste la palabra lucha?, por qué no cambiarla por “prevención” o “concientización”, por qué lucha, claro está que como mencioné renglones más arriba, la sola palabra enfermedad ya trae una connotación negativa, la palabra “cáncer” es doblemente satanizada y terrorífica, sobre todo para quien ha sido diagnosticada/o, pero también son los familiares que viven el acompañamiento para ser esos brazos, esas piernas, esos oídos que están ahí para su ser querido.
Sé que con cambiar las palabras no es suficiente, pero sí son pasos importantes para crear otra realidad, cuestionarnos para qué llegan las enfermedades, en este caso, el cáncer.
Nuestro cuerpo habla cuando la boca calla, o en palabras del título del libro del Dr. Nelson Torres Jiménez: “Cada cuerpo tiene su historia”, nos hace mención a que todas las emociones que son reprimidas, se quedan atrapadas en nuestro cuerpo y buscan la manera de salir, mostrándose en enfermedad y el cáncer no es la excepción.
Recientemente entrevisté para mi podcast “Haz Que Suceda” que saldrá este miércoles 22 de octubre en mi canal de YouTube: El Blog de Ro, a la psicóloga y especialista en la “Ciencia de la Aplicación Mental”, Fabiola Mendoza; además con un testimonio de vida ante un diagnóstico “fatal” por la magnitud del avance del cáncer con la que se le presentó por segunda vez y sin ser hereditario. No quiero adelantarte más para que puedas verlo y profundizar en esto que te escribo hoy, de lo poderosa que es nuestra mente y que cuando nos disponemos a reprogramarnos y a tener otras creencias para que dejen de ser limitantes o nos hagan concebir una realidad que ya no resuena con las frecuencias del hoy.
Abrazo con mucho cariño a cada mujer u hombre, que ha vivido, vive o vivió esta enfermedad del cáncer de mama; sé que nadie estamos exentos, por eso es importante hacernos revisiones médicas, escuchar y atender las necesidades y emociones de nuestro cuerpo; pero sobre todo permitirnos sentirlas sin juzgarnos, entender que ninguna es mala, y que la fuerza del ser humano no radica en cuántas cosas podemos “aguantar”, “soportar” o “resistir”, que nuestro cuerpo no está forrado de una armadura para venir a una vida donde la titulemos: guerra, batalla o lucha; ni tampoco somos los “mejores guerreros de el de allá arriba”, somos seres humanos con conciencia y libre albedrío, que podemos elegir creer en lo peor o en lo mejor, que cuando entendemos el origen de las heridas, de los dolores que cargamos, podemos ir depurando y haciendo más liviano al cuerpo, sin saturarlo, tratándolo con amor y compasión; entendiendo que venimos a vivir y no a luchar.
Hoy la frase no está oculta en el texto, te la quiero compartir yo, como una afirmación para tu vida:
“Todas las células de mi cuerpo vibran en salud. Yo soy salud. Mi salud es perfecta y todo mi cuerpo y órganos funcionan de manera correcta. Hecho está, gracias, gracias, gracias”.
Siempre hay algo para compartir, yo soy Ro y puedes seguirme en mis redes sociales y enviarme tus opiniones a: Instagram:@elblogdero//X:@LaRoHRoo que con gusto voy a leer.