uniRversO

Por Rocío Hernández Rogel

En el mundo del hacer encontramos a la energía masculina, esa que nos dice que nuestro valor está por la cantidad de cosas que hacemos, que resolvemos, entre menos tiempo y bien es mejor. Por otro lado, nuestra energía femenina nos dice que nuestro valor está en el ser, en esa esencia que hay en cada persona, que el valor está en lo que somos, en esa delicadeza, en esa calma y paz que podemos otorgarnos y como seres humanos contamos con ambas energías.

En el uniRversO anterior te platicaba de esto por algunos mensajes que emiten figuras públicas opinando sobre cosas “interesantes” de los roles de las mujeres y los hombres; y externé mi punto de vista como mujer y, por supuesto, mostrando apoyo y sororidad; sin embargo, creo que también es importante resaltar aspectos que algunas mujeres han olvidado o han encausado de una manera equivocada.

Si bien hoy tenemos más libertad, más derechos y más empoderamiento, debemos practicarlo desde el lado responsable y sin abusar de ello, porque hoy en día algunas mujeres también están llevando al límite ciertos comportamientos, abusando de los derechos que hemos ganado, sometiendo y chantajeando al género masculino, que si no se hace o no se les da lo que ellas quieren entonces se denuncia, se inventa y se difama.

Hoy algunas mujeres han entendido mal el empoderamiento, creyendo que es igualar al hombre en cosas que nosotras mismas hemos dicho “no”, en situaciones de las que nos hemos tenido que alejar porque ponen en riesgo nuestra vida, integridad y dignidad. Creen que empoderar es entrar a un campo de batalla otra vez, pero ahora con mucho más poder para “vencer”, humillando y desacreditando a los hombres y es que el punto no es luchar, sino encontrar un equilibrio.

Así que también es “interesante” ver cómo algunas mujeres se incomodan y se enojan cuando se les recuerda que el contexto radica en la independencia y libertad de conciencia, de economía, de placer, de elecciones, no para que busquen en el hombre el papá ausente o el presente que les dio todo, esos son solo referentes para saber qué no se tolera y qué sí, para cambiar o mejorar la historia, no para que canalices en ellos lo que no has trabajado en ti misma o lo que tú misma te puedes dar. 

No estamos peleando con los hombres, estamos en una época donde la reconstrucción viene desde adentro, deja de estar enojada por lo que no pasó, o por lo que permitiste que pasara, o por lo que pasó y no tuviste opción, pero recuerda, hoy ganamos terreno en eso, visibilizarlo y pedir ayuda.

Cuando te sanas, vuelves a ti y te reconstruyes desde lo que en esencia eres, recuperas tu ser, tu energía femenina, entonces la mirada cambia y el hombre no es tu competencia, es tu igual, un ser humano con virtudes y defectos que por su puesto viene a complementar partes y habilidades de ti que por ser mujeres no tenemos tan desarrolladas o simplemente no las tenemos y viceversa.

Entonces abramos la mente de verdad, no abusemos del terreno ganado como mujeres, mejor crece personalmente, profesionalmente, elige amarte todos los días, elige irte de lugares donde no eres respetada y no fuerces lo que solo te lastima, respeta y ama tu cuerpo, es tu templo y no cualquiera tiene acceso, si no tienes ganas de asear tu casa hoy, no lo hagas, es válido descansar, darte un masaje en tus manos y tus piernas, tomar un respiro y ponerte bonita para ti, sé inspiración para esas niñas y mujeres que te miran desde lejos y pueden escribir otra historia desde el amor y la conciencia y no desde el miedo.

Es válido quitarte la armadura que te protege, porque sí, también hay hombres bien parados en su masculino abrazando con amor, ternura y compasión; incluso reparando lo que ellos no rompieron.

Siempre hay algo para compartir, yo soy Ro y puedes seguirme en mis redes sociales y enviarme tus opiniones a:  Instagram:@elblogdero//X:@LaRoHRoo que con gusto voy a leer, no olvides formar tu frase.