Policía restablece la calma en el penal de Huitzilzingo, Chalco

Chalco, Méx.- Tras intentos fallidos por ingresar al penal de San Mateo Huitzilzingo, familiares de internos bloquearon la carretera Chalco-Míxquic en protesta porque las autoridades del reclusorio no les informaron los resultados del zafarrancho registrado la tarde del domingo al interior de la cárcel, donde una reyerta dejó como saldo un reo lesionado del cual se ignora aún el nombre.

Los hechos se registraron durante la tarde del domingo, luego de la visita de familiares a los internos. De acuerdo con parientes de los reos, una riña propició que los visitantes fueran desalojados del penal sin explicación alguna, lo que generó que hombres y mujeres vandalizaran la puerta de entrada y lanzaran piedras al interior del inmueble.

Fue necesaria la intervención de la Policía estatal para tranquilizar la indignación de los familiares, quienes denunciaron que este reclusorio enfrenta múltiples anomalías y que los reos son víctimas de extorsiones, golpes y amenazas.

Una mujer, pariente de un interno, denunció que un reo debe pagar al menos 6 mil pesos por semana para no ser golpeado o asesinado.

Destacó la entrevistada que “aquí se paga por todo”, con la complicidad del director del penal, quien al parecer omite denunciarlo ante el Gobierno del Estado.

Detalló que la “renta” de bocinas cuesta 200 pesos por semana, mientras que una celda se “alquila” a los presos en 250 cada ocho días. En cada dormitorio “apilan” a 16 internos, lo que representa jugosas ganancias para custodios y “comandantes” de sección.

A su vez, indicó la entrevistada, la bolsa de dulces cuesta 800 pesos, las tarjetas telefónicas, 58, y todos los reos tienen obligación de comprarlas. La “visita” de un familiar tiene un costo de 35 pesos; la “revisión” del familiar, 10 pesos; el “pase de lista” nocturno, 130 pesos diarios; la revisión de alimentos que traen la esposa o los hijos, 100; “calentar” la comida, 40 pesos por topper, y la mesa para la familia durante la visita, 70 pesos.

Externó que este penal vivía una etapa de relativa calma, hasta que arribaron dos internos procedentes del penal Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl. Se trata, dijo, de un sujeto apodado “Gasper” y otro de nombre Salomón Rodríguez Islas, quienes iniciaron las extorsiones a procesados y sentenciados.

La mujer pidió ayuda inmediata a la Dirección General de Reclusorios del Estado de México y al director de Gobierno, Horacio Duarte, para poner orden al interior del penal, ya que, dijo, los internos sufren todo tipo de abusos si no “compran” inmunidad.