Iglesia advierte sobre el impacto de la inseguridad en el tejido social mexicano

Ciudad de México.– La Arquidiócesis Primada de México (APM), alertó que la actual situación de inseguridad que se vive en el país ha restablecido dinámicas de aislamiento social y ha erosionado la confianza entre familias, vecinos y comunidades de trabajo.

En su editorial dominical, la APM señaló que en México existen “fracturas profundas” en la percepción social de la seguridad, derivadas tanto de la alta incidencia delictiva como de la corrupción dentro de las autoridades, lo que ha contribuido al debilitamiento del tejido social.

“La inseguridad no solo se mide en cifras, es palpable en la rutina diaria, que se ha alterado negativamente: muchas personas evitan llevar objetos de valor, menores no salen solos y se rehúye caminar por las calles durante la noche. Este miedo resquebraja la confianza en el entorno más próximo”, subrayó la Arquidiócesis.

Ante este panorama, la Iglesia católica llamó a gobiernos, empresarios, autoridades y sociedad civil a colaborar para fortalecer una cultura de empatía, solidaridad y responsabilidad compartida.

“Desde la Iglesia hacemos un llamado a caminar juntos, a promover el cuidado mutuo y la responsabilidad compartida, a trabajar para fortalecer a la familia. No se trata de imponer soluciones, sino de sanar el tejido social desde la escucha, la esperanza y la acción comunitaria”, destacó la APM.

La Arquidiócesis retomó el reciente mensaje de Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales del Vaticano, quien el pasado 25 de julio, durante un acto en la Nunciatura Apostólica en la Ciudad de México, reconoció que el crimen organizado, la corrupción y la desigualdad económica representan “grandes heridas para el país”.

Gallagher afirmó que la Iglesia debe acompañar tanto al Estado como a la sociedad civil: “no para dominar, sino para servir.

Según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), citados por la Arquidiócesis, seis de cada diez personas en el país se sienten inseguras, y cerca de la mitad de quienes han tenido contacto con cuerpos policiacos han sido víctimas de sobornos, amenazas o extorsiones, lo que refleja un deterioro institucional y un creciente nivel de desconfianza ciudadana.

En medio de este contexto, la APM agradeció la labor conjunta con organizaciones civiles para instalar buzones de paz en diversas parroquias, espacios que brindan orientación y apoyo a familias de personas desaparecidas.

También reconoció las acciones de acompañamiento espiritual y social a personas migrantes y en situación de reclusión, así como los Diálogos de Paz que se han impulsado en distintas regiones del país.

Finalmente, la Iglesia exhortó a reforzar la escucha activa hacia las víctimas de violencia, de corrupción y hacia quienes enfrentan problemas familiares o viven situaciones de vulnerabilidad. “Sanar el tejido social no es una tarea exclusiva de una institución, sino una responsabilidad compartida que nos llama a todos”, concluyó el mensaje.