Gobierno federal busca adquirir casi 300 mil armas de guerra en el extranjero para reforzar al Ejército

Ciudad de México.– El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo planea adquirir en el extranjero cerca de 300 mil armas de guerra, entre cartuchos, granadas y explosivos, con el objetivo de fortalecer las capacidades operativas del Ejército y la Fuerza Aérea frente al crimen organizado.

La adquisición, una de las más grandes en lo que va de su administración, se realizará mediante la licitación pública internacional LA-07-110-007000999-T-438-2025, publicada en el portal Compras MX por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Según el documento, el armamento será cubierto con recursos del Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar y deberá contar con una garantía de calidad y una vida útil mínima de 10 años.

Entre el material solicitado se encuentran: 140 mil cartuchos calibre 7.62 x 51 mm, de uso común en rifles de asalto, ametralladoras y francotiradores, 73 mil granadas de mano, 900 explosivos preparados y 15 mil metros de cordón detonante.

El calibre 7.62, utilizado por países de la OTAN como Canadá, Alemania y Bélgica, es considerado armamento de alto poder, mientras que los explosivos y cordones detonantes indican un refuerzo a las capacidades de combate del Ejército ante posibles enfrentamientos de alta intensidad.

La compra contrasta con la postura crítica que la mandataria ha mantenido frente a gobiernos estatales, como el de Guanajuato, por su intención de armar a las policías locales con equipo militar. En enero pasado, Sheinbaum aseguró que su gobierno “no cree en los Estados de excepción”, subrayando que la vía para conseguir la paz es fortalecer la justicia, no el armamento.

No obstante, esta licitación representaría un viraje hacia el fortalecimiento del poder de fuego de las fuerzas federales, en un contexto donde los cárteles mexicanos han elevado su capacidad bélica hasta niveles comparables con grupos insurgentes.

Organizaciones como Insight Crime advierten que los grupos criminales en México han adoptado tácticas y armamento cada vez más sofisticados, incluyendo drones explosivos, armas automáticas, lanzagranadas y vehículos blindados caseros, conocidos como narcotanques.

“El enfoque de los cárteles ha evolucionado a medida que la tecnología militar avanza”, señala el analista Eduardo Bueno, especialista en crimen organizado. Añade que, aunque en el pasado obtenían armamento de guerrillas sudamericanas como las FARC, hoy sus fuentes se han diversificado y se abastecen a nivel global.

La compra contemplada por el gobierno federal busca precisamente enfrentar ese nuevo nivel de confrontación. La Sedena argumenta que este material de guerra representa una “ventaja estratégica” frente a grupos fuertemente armados, al permitir respuestas rápidas y precisas para neutralizar amenazas en campo.

Cabe recordar que, en octubre de 2024, pocos días después de la toma de protesta de Sheinbaum como presidenta, la Sedena ya había iniciado la compra de ocho millones de cartuchos de diferentes calibres, como parte de una estrategia para reforzar al Ejército y la Guardia Nacional, principalmente en zonas del país afectadas por altos niveles de violencia.

La licitación en curso exige total confidencialidad en el proceso de adquisición, una garantía escrita de calidad y especifica que el equipo deberá ser nuevo, no remanufacturado.

De concretarse, esta operación marcará un nuevo capítulo en la militarización del combate al crimen organizado en México, en un contexto donde la violencia y la sofisticación del narcotráfico siguen desafiando al Estado.