
EL VALLE DEPORTIVO
- Pedro Eric Fuentes López
- 30 junio, 2025
- Columnas
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Pedro Eric Fuentes López
El talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo depende de cada uno. Pep Guardiola
Es muy frecuente que cuando estamos más llenos de actividades y saturados de información, así como de mensajes, y otras actividades, hacer actividad física o tener una rutina de entrenamiento resulta que se ha convertido en uno de los pocos momentos y espacios donde, al menos yo, puedo seguir soñando mis sueños. También, es común que siga creyendo que la fe, la entrega y la pasión con la que se hacen las cosas, dan resultados en su justo tiempo y realidad, que aunque tarden algunos -muchos- siempre llegan los resultados y, a veces, hasta mejor de lo idealizado. Y es ahí en su digna magnitud, que aquellos que colocando y ponen especial atención, énfasis y entrega, se darán cuenta que quienes hacemos algo por un bienestar personal y común, estamos ahí, con la mirada al frente, dando en ocasiones hasta tumbos, pero casi en todo momento y parpadeo, estamos, persiguiendo sueños en nuestra mente y tantas otras cosas que deseamos. Pero, atención tampoco es que uno sueñe despierto y lejos de su realidad, más bien, es en total congruencia con lo que se hace.
La semana pasada me di una vuelta a la presentación oficial de las playeras y medallas para el medio maratón y maratón de la ciudad de México, donde me encontré con mucha gente que goza las delicias del deporte y que causan un impacto positivo entre la población. Es evidente que en su mayoría eran atletas de alta élite y del amateurismo que buscan un motivo más para conquistar un sueño. Pero para mí resultó más emotivo que de costumbre porque me encontré con una fuente de inspiración, incluso a nivel mundial. Crucé palabras con la corredora rarámuri Lorena Ramírez, con quien justo hablé de los sueños y como éstos, cuando se convierten en realidad, los resultados son generadores de grandes cambios y mejor realidad. Y todo comenzó cuando le preguntó que qué soñaba de niña, allá en la Sierra, con su gente, en las comunidades indígenas y en su propio entorno. La respuesta fue contundente: “…cuando tenía 6 o 7 años siempre deseé cosas muy bonitas y ahora se me están dando”
Así con esa charla-breve, por cierto, pero sustanciosa- me quedó claro que al menos uno de los principales enfoques del deporte en general, de la actividad física y hasta de la recreativa, es lo atractivo de darle vuelta al temible mundo del mal y sus secuaces. Hoy día, tanto el medio maratón como el maratón de la ciudad de México serán el marco esplendoroso para la celebración de los 700 años desde la fundación de México-Tenochtitlan, así como reconocer a los pueblos originarios de nuestro país y las distintas comunidades que actualmente lo conforman.
De tal suerte que nuestro país es conocido y a veces reconocido como semillero de atletas de gran envergadura quienes por circunstancias complicadas en su infancia y juventud, gracias a su empeño y pese a luchar contra el sistema, incluso contra sus propios usos y costumbres, han llegado al podio en las competencias más destacadas a nivel mundial en el último siglo en distintas disciplinas: carrera, caminata, box, tae kwon do, clavados, natación artística, golf, automovilismo, racquetbol, tiro con arco, solo por mencionar algunos. En fin, cuando los sueños personales están fijos en la mente del atleta, acompañados de un corazón fuerte y de un cuerpo sano, se logran con disciplina, tenacidad y coraje en cada momento de su vida deportiva; al final se convierten en figuras de inspiración para todos y aún más para las nuevas generaciones que atónitos observan semejantes hazañas. Porque querer es poder.
Pásenla bien!!!